La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, resolvió ayer con una sentencia de conformidad y nueve meses de prisión la causa contra un guardia civil que amenazó de muerte a dos de sus compañeros con continuos mensajes telefónico.

El acusado en cuestión, al que se le atribuye un grave trastorno de la personalidad, se encuentra en la actualidad apartado del servicio. Según la información recogida por este periódico, el sospechoso estuvo destinado en el aeropuerto de Eivissa.

Inhabilitación

«Te voy a vaciar el cargador». Éste fue uno de los mensajes que envió a uno de los afectados, mensajes que prodigó durante cuatro meses a dicha persona y a otro agentes de la Guardia Civil de Eivissa.

El acuerdo judicial alcanzado ayer incluyó, además de la pena de prisión, otros nueve meses de inhabilitación para el acusado, así como una multa por vejaciones. El guardia civil tampoco podrá acercarse en el plazo de dos años al agente del Instituto Armado que fue destinatario de las amenazas más graves. Al otro guardia civil que sufrió las coacciones tampoco podrá aproximarse en los próximos seis meses. En caso de hacerlo, podría incurrir en un nuevo delito, en este caso de quebrantamiento de condena.

La defensa del acusado, con aquiescencia de éste último, y el representante del ministerio público resolvieron no continuar con la vista oral que se había señalado por este caso después de que se aceptara como prueba atenuante el trastorno que sufría el agente. Según los informes médicos, éste inició las amenazas al sentirse, como consecuencia de su dolencia, «acosado» por sus compañeros, algo que no ocurrió.