Xavi Benlloch podría ser un hombre del Renacimiento. Ilustrador, escultor, director de arte en Hollywood, y sobre todo, director del International Film Festival de Ibiza y Formentera que va y viene, como el famoso río Guadiana. Un festival que parece que en este 2017 volverá a resurgir «con muchas sorpresas y con más fuerza que nunca».

Aunque no suelta detalles sobre ello, la entrevista con él en la terraza de Cappuccino Grand Café, justo en Marina Ibiza y ante unas vistas envidiables de Dalt Vila y con un frío que soporta con gran sentido del humor, nos sirve para descubrir muchas cosas sobre él. Acompañado por sus dos hijas y tras posar como un perfecto James Bond, nuestro aspirante a Sardina Negra nos demuestra que sabe mucho de cine superando nuestra prueba de frases de películas míticas, nos explica que las reuniones familiares con sus hermanos Jordi y Daniel, también escultores, se convierten en una divertida competición culinaria, o que tuvo una infancia muy feliz con su padre inventor. Y por supuesto, que es un magnífico dibujante, ya que en apenas unos minutos nos regala una Sardina Negra muy especial para el equipo del periódico y para el de la TEF que graba el programa. Y es que Xavi Benlloch es todo una caja de sorpresas.

—Bienvenido a Sardinas Negras. Escultor, pintor, diseñador, director de arte en Hollywood... podríamos decir que usted es casi un hombre del Renacimiento...

—(risas).Hombre, eso es demasiado.Sólo soy un hombre que toca de todo sin saber más de nada.

—Ya será menos. Ahora, ha vuelto a la actualidad porque se ha propuesto relanzar el International Film Festival de Ibiza y Formentera después de cinco años de parón. ¿Cómo está el tema?

—Pues con muchas ganas de volver a ponerlo en marcha. Habrá muchas sorpresas y novedades pero de momento no podemos adelantar muchas cosas porque somos muy discretos y no queremos vender la piel del oso antes de cazarla.

—Lleva cinco años sin hacerse, es una pena. ¿A qué se debe este parón?

—Fundamentalmente a temas económicos y porque nos cogió la crisis económica.

—En los años que estuvo en marcha se convirtió en un referente. Tuvo padrinos muy importantes como Terry Gilliam, John Hurt, Antonio Isasi, Ángela Molina, Alan Parker, Bigas Luna o Cuba Gooding Jr. ¿Eso no le llena de orgullo?

—(risas). En parte, sí. Conseguirlos a todos fue un trabajo de mucha gente, pero al final no vale de nada si al final el festival se deja de hacer por distintos motivos.

—¿No hay cierta envidia al ver que Mallorca tiene su festival e Ibiza no?

—Pues no. El nuestro fue antes (risas).

—Una cosa. Usted que sabe tanto de cine, ¿a quién hay que llamar para que Juego de Tronos o Star Wars se fijen en Ibiza y Formentera para grabar?

—Eso sería genial, pero no es fácil. Es una labor muy complicada por parte de promotores y autoridades políticas, que al final son los que tienen que vender nuestras bondades a los productores y directores de las series. Y en este sentido creo que desde el Consell d’Eivissa o desde la Ibiza Film Comission hay un duro y bonito trabajo por delante.

—¿Cómo ve el cine español actual?

—Pues creo que hay dos tipos de cine español.Por un lado, el que continúa anclado en trabajar con poco presupuesto y sin arriesgar lo más mínimo aprovechando las ideas que funcionan, y por otro, el de aquellos directores que se atreven con otras historias, más de acción o intriga, que se hacen pensando enEspaña y en el público del extranjero. Afortunadamente cada vez hay más imaginación y se toman más riesgos, como demuestran las últimas superproducciones de época.Sin embargo, sigue faltando inversión y apoyo por parte de las instituciones.

—Una curiosidad... ¿se ha bajado alguna película de internet?

—(risas). Pues si te digo la verdad creo que nunca. Y creo que ha sido porque tal vez nunca encontré las condiciones adecuadas, unas veces porque había una mala conexión, otras porque las películas no eran de muy buena calidad y otras porque no me apetecía sinceramente. Yo soy de los que me gusta ver las películas en buena calidad porque si no, no las disfruto.

—Cambiando de tema. Usted es hijo del famoso inventor Alfred Benlloch Llorach que nació en Barcelona y murió en Ibiza en 2013. ¿Cómo era tener un padre inventor? Debía de ser genial...

—(risas). Pues sí. Para mis dos hermanos, para mí y para mis hijas fue un lujo tenerle dentro en la familia porque era una persona muy creativa y divertida que te hacía la vida mucho más amena.Además, fue alguien que siempre estaba dándole vueltas a la cabeza y conectado a las nuevas tecnologías prácticamente hasta que murió.

—No en vano patentó más de cien inventos. Eso no está al alcance de muchos.Por ejemplo, patentó el cargador automático de baterías. ¿Qué es esto?

—(risas). Pues un sistema de cargas muy específico que con el tiempo se ha demostrado como algo muy útil.

—¿Y el aparato medidor de velocidades?

—(risas). Pues esto es más curioso aún. Realmente era un proyector de tiro antiaéreo, aunque nunca se pudo registrar con ese nombre porque era un proyecto secreto en el momento en que mi padre lo puso en marcha, el año 1940.

—Y ya la última... ¿Qué es el juguete electrostático? Suena muy bien...

—(risas). Bueno, realmente era una serpiente que había dentro de un bote y que salía casi como por arte de magia. Era increíble y creo que si en lugar de patentarse en 1957 se hubiera hecho ahora hubiera sido todo un boom (risas).

—Con todo esto... ¿cómo fue la infancia de Xavi Benlloch?

—Pues muy feliz, la verdad. Era un niño al que le encantaba dibujar y siempre estaba haciéndolo. De hecho mi padre me compraba papel de periódico sin imprimir de todo lo que gastaba (risas).

—Eso le valió para acabar trabajando enHollywood. ¿Cómo se lanzó a esa aventura?

—Fue gracias a un amigo nuestro que al ver como trabajábamos de escultores los tres hermanos nos animó. Luego tuvimos la suerte de que nuestro trabajo gustó y con mucho esfuerzo y dedicación, al poco tiempo ya estábamos en Hollywood formando parte de grandes superproducciones.

—¿Sí? ¿Conoció a algún actor destacado de los que presumir con amigos?

—(risas). Alguno sí, aunque nunca soy de presumir. Si es verdad que Michael Jackson nos compró una escultura o que trabajábamos bastante para la familia Chaplin. También Kevin Costner se dejaba ver bastante por los estudios y era muy majo. Y por supuesto, Cuba Gooding Jr. que era vecino de mi hermano y que vino a Ibiza con el International Film Festival.

—Una pregunta. ¿Qué es realmente un director de arte?

—En resumen, la persona que le da el look o el aspecto a una producción, ya sea en un formato físico como papel, cartón o cemento, o en digital.

—Usted fue un pionero marchándose a Hollywood. ¿No le da la impresión que a veces no se valora en nuestro país el trabajo que hacen muchos españoles en el extranjero?

—Pues sí. En ocasiones nos falta cierto sentimiento de orgullo hacia lo nuestro y nuestra gente cuando tenemos grandes profesionales en todos los campos profesionales. Y esto se nota en figuras como la de Antonio Isasi Isasmendi, un director de cine que marcó una época, abrió un camino hace 40 años a los que venían de fuera y que, desgraciadamente, no ha sido valorado como debía. Y en este caso creo que el problema se debe a que no hemos sido capaces de entender su dimensión real.

—Hablando de directores de cine. ¿Quién le hubiera gustado ser?

—(risas). Buena pregunta. Tal vez Alfred Hitchcock, porque él empezó como director de arte, aunque sinceramente estoy muy lejos de él. También me encanta Serguéi M. Eisenstein, el director ruso de El acorazado Potemkin. Fue uno de los pioneros del lenguaje cinematográfico, empleando un trabajo muy visual y como a mí me gusta que prime la historia por encima de la tecnología y los efectos especiales, es perfecto para mí. Aún así, todavía tengo mucho que aprender de todos ellos. Así que me centraré en escribir guiones, que es algo que me encanta.

PEQUEÑA BIOGRAFÍA

Xavier Benlloch nace en Barcelona siendo el menor de los tres hijos que tuvo el conocido inventor Alfredo Benlloch Llorach fruto de su matrimonio con Vicenta, su mujer durante más de 70 años.

Se crió en Ibiza, lugar en el que residían sus padres desde los años 40. Según sus palabras lo hizo «rodeado de naturaleza, arqueología y actitudes políticamente incorrectas».

Tiene una amplia trayectoria profesional. Es escultor, al igual que sus dos hermanos, Daniel y Jordi, ilustrador y sobre todo director de arte. Esta faceta la desarrolló en algunos de los estudios más importantes de Hollywood, trabajando en algunas superproducciones muy importantes.

Además expone regularmente su obra en galerías internacionales y desde 2007 es el director del International Film Festival de Ibiza y Formentera. Un festival que se pretende recuperar en 2017 después de estar cinco años parado.

PROGRAMA

Hoy en la TEF a las 21.55 horas