Durante toda la mañana de ayer en el parque de la Pau la música fue protagonista gracias al Feim Barri. Foto: TONI ESCOBAR

La música como nexo de unión y elemento de convivencia para los ciudadanos de todas las edades. Así, los vecinos del barrio de es Clot y todos los visitantes que ayer quisieron sumarse a una nueva cita con el programa de dinamización Feim Barri que impulsa el ayuntamiento de Vila, pudieron gozar de una amena, lúdica y divertida jornada de ocio al aire libre que se desarrolló en el marco del Parque de la Pau desde las 11 hasta las 14 horas.

Durante toda la mañana es Clot se movió y bailó al compás de un Feim Barri que contó con numerosas actividades que tuvieron en la música su eje central y que lograron hacer las delicias de todos los presentes, ya fueran niños o adultos, al tener todos juntos la oportunidad de participar en un buen número de talleres con instrumentos y de clases prácticas de baile que culminaron con un concierto de rock acústico a cargo de Marc Riera.

Carmen Bonet, concejala de Participación Ciudadana, destacó que «a través del programa Feim Barri lo que pretendemos es dinamizar la vida social y cultural de todos nuestros barrios organizando cosas que sean diferentes y atractivas para todas las edades que incluyan además alguna pincelada de lo que es nuestra cultura. Esto nos permite también dar a conocer a muchas personas y colectivos que trabajan en nuestra ciudad a través de los talleres que impartimos aquí».

Así las cosas, los más pequeños de la familia se erigieron en los protagonistas de una cita en la que disfrutaron con un taller de percusión impartido por la profesora Almudena Rubio, un taller de música en familia ofrecido por la Escola de Música Cas Musicaires, una gimcana con pruebas musicales, clases de salsa, un taller de composición musical con tablets o un taller creativo para fabricar instrumentos tradicionales ibicencos como els calatrecs i esbrunyidors que impartió la Asociación de monitores de tiempo libre s’Espurna.

A sus 8 años de edad, Alaia Marí comentó que «me he divertido mucho aprendiendo a hacer un esbrunyidor, que es un instrumento que ni siquiera sabía que existía. Es muy fácil y se puede fabricar en muy poquito tiempo, en unos cinco minutos o incluso menos. Se sopla fuerte y vibra haciendo unos sonidos que a mí se me parecen un poco a los que hace un pato».