Nuestro Sardinas Negras de esta semana fue cuanto menos especial. Y es que fue la primera vez que contamos con público durante la grabación. Fue en Cala Tarida, con espectaculares vistas al mar, con un fondo de grafitis de una casa okupa que muchos otros programas de otras cadenas quisieran para ellos, y con una veintena de personas venidas en viaje del Imserso desde Triana, en Sevilla. Afortunadamente nuestro aspirante, Sergio Carrasco Mayans, pasó con muy buena nota la prueba de transformarse en Sardina Negra. Respondió amablemente, con toneladas de paciencia y una sonrisa permanente a nuestras preguntas y a las de los invitados de excepción sobre todo tipo de temas relacionados con Ibiza.

Pero antes conviene presentar como se merece a nuestro aspirante. Algo que no es una tarea sencilla ya que el ibicenco Sergio Carrasco Mayans tiene un curriculum envidiable que posiblemente tengan pocas personas en España. Puede presumir de ser Ingeniero de Telecomunicaciones, Informático, Politólogo y Licenciado en Derecho por la Universitat Oberta de Catalunya, especializado en Derecho de las Nuevas Tecnologías y en Derecho Público. Además, es cofundador de DerechoenRed, consultor de Fase_Consulting, tesorero y jefe del Servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Sant Josep y actualmente, una de las personas más involucradas en buscar una solución al grave problema de los alquileres. Casi nada.

—Buenos días Sergio. Me he quedado alucinado con su curriculum. ¿De dónde ha sacado el tiempo para todo?

—(risas). Bueno se ha hecho lo que se ha podido. Pero te digo un secreto, realmente he ido estudiando las materias que más me gustaban y así ha sido más fácil. Eso sí, no te voy a negar que me ha costado mi tiempo y mi dinero (risas).

—Me han dicho que es una de las personas más importantes de la isla al trabajar de tesorero para el Ayuntamiento de Sant Josep...

—(risas). Esa es una broma que siempre me hacen por trabajar donde trabajo. Pero de importante nada, soy una persona como otra cualquiera.

—Además, y por si le sobrara tiempo ahora ejerce de abogado para intentar solucionar el grave problema que tenemos en Ibiza con los alquileres. Es un tema tremendo.

—Pues sí. Y lo peor es que creo que no se va a poder solucionar a corto plazo. Es cierto que siempre hemos sufrido altos alquileres y de temporada pero lo que estamos viviendo desde hace un par de años es una salvajada, con camas por 500 euros.

—¿No cree que esto tendrá que parar en algún momento?

—Eso espero pero lo veo complicado porque es un tema de oferta y demanda. Eso sí, ya hay empresas, policía, bomberos o administraciones que le están viendo las orejas al lobo al comprobar que la gente no quiere venir a trabajar a Ibiza porque no le da el sueldo.

—Precisamente estamos aquí en Cala Tarida junto a una casa okupa. El problema llega a toda la isla.

—Sí. No entiende de zonas ricas y pobres. Como la situación es tan desesperada la gente se mete donde hay un hueco y donde hay casas que por uno u otro motivo no se han podido terminar.

—Este es un lugar precioso, pero dígame, ¿por qué hemos venido a Cala Tarida?

—Porque es un lugar muy especial para mí. Aquí me casé hace un par de años viviendo uno de los días más bonitos de mi vida. Desde el primer momento supimos que era donde deseamos celebrar nuestro enlace y no nos arrepentimos. Mira que vistas.

—Bueno, ahora es el momento de que le entrevisten nuestros amigos de Triana. ¿Se atreve?

—Por supuesto. Sin problemas.

—Carmen: ¿Cuales son los platos más importantes de la gastronomía ibicenca? He escuchado que la ensaimada no es la misma que la mallorquina o la menorquina...

—(risas) No, ni en broma. Aunque hay platos que son compartidos, los ibicencos siempre son mucho mejores (risas). Eso sí, si hablamos de postre no dejen de probar el flaó y la greixonera. Y para comer, yo les recomiendo cualquier plato de pescado, como el arroz a banda, que es mucho mejor que una paella corriente, o el bullit de peix.

—María Victoria. ¿Por qué son tan caras las comidas en Ibiza?

—(risas) Ahí lo ha dado. Lo que pasa es que hay que saber donde ir y que comer, aunque si es cierto que los precios son mucho más altos que en la Península. Y pasa lo mismo que con los alquileres, al final es una cosa de oferta y demanda y los empresarios han visto una gran oportunidad. Lo peor de todo esto es que al final, los que vivimos aquí todo el año somos los que sufrimos los altos precios de los restaurantes y bares.

—María Victoria: Pero habrá algo bueno, bonito y barato...

—(risas) Complicado y más en invierno donde se están encontrando tantos sitios cerrados. Eso sí, no se vayan de la isla sin probar un arroz a banda o un bullit de peix aunque les duela un poco el bolsillo. Y si no, siempre pueden ir, por ejemplo, a Santa Gertrudis a comer un bocadillo a precio razonable.

—Pilar: ¿Ha cambiado mucho el turismo desde los años 70?

—Pues sí, no tiene nada que ver. Antes había dos tipos de público, por un lado el que venía buscando la fiesta y la música y por otro el familiar que venía a disfrutar del campo y la playa. Desgraciadamente ahora sólo existe el primero, con gente que sólo viene a desfasar y emborracharse y el otro, que generaba muchos ingresos para los pequeños restaurante y hoteles, busca otros sitios alternativos. Ahora el dinero está en otro lado, en las discotecas, beach clubs, o sitios lujosos.

—Andrés: ¿En verano no tienen ustedes un problema muy gordo con tanto turista y tanto coche?

—(risas) No lo sabe usted bien. De hecho no se si se lo han dicho pero muchos ibicencos que viven aquí todo el año, cuando llega julio y agosto lo único que quieren es salir corriendo de aquí (risas). No se puede imaginar lo que es esto durante los últimos años, sin sitios para aparcar y los establecimientos y las playas y las calas llenas... Y lo peor es que no parece que este año vaya a ser más tranquilo, porque dicen las previsiones que volveremos a batir todos los récords de visitantes.

—Mari Carmen. ¿Y cómo se podría solucionar? ¿Se están poniendo manos a la obra?

—Muy complicado. Tal vez desestacionalizando el turismo pero tampoco es sencillo porque no hay conexiones suficientes fuera de temporada y porque cuando se viene aquí en invierno, como es su caso, se encuentran muchas cosas cerradas. Es complicado.

—Andrés. ¿Y el transporte?

—Lo mismo. Yo les planteo un deporte de aventura que es montar en autobús en la isla de Ibiza, sobre todo de noche. Van a ir ustedes apretados, a veces no van a poder bajar en su parada porque no parara el conductor y además, tendrás que esperar sin saber cuando pasará el siguiente. Es toda una aventura. (risas)

—Loly: ¿Qué cosas no me puedo perder de Ibiza?

—Sin duda tres cosas. Pasear por Dalt Vila aunque haya muchas cuestas y haya que andar por el empedrado. Ir a Cala d’Hort y ver Es Vedrá y Es Vedranell y por último, ir a Ses Salines. Es un lugar poco conocido y eso que es una reserva natural donde poder ver el trabajo de la sal, animales como flamencos y una playa muy bonita. Y más ahora que no hay mucha gente.

—Pepe: Deme una razón para no venir a Ibiza.

—(risas). Pues si que me lo pone complicado (risas). Le voy a dar dos. El problema de las conexiones con algunas ciudades durante la temporada de invierno y primavera y segundo, la gran cantidad de turistas que hay en verano, haciendo que puedan llegar a estar en algunos sitios como en una lata de sardinas.

➧ PROGRAMA
Hoy en la TEF a las 21.55 horas

PEQUEÑA BIOGRAFÍA

Sergio Carrasco Mayans nació un 22 de julio en Ibiza.
Es Ingeniero de Telecomunicaciones, Informático, Politólogo y Licenciado en Derecho por la Universitat Oberta de Catalunya, especializado en Derecho de las Nuevas Tecnologías y en Derecho Público.
Además, es cofundador de Derecho en Red y consultor de Fase_Consulting.
Actualmente ocupa el cargo de tesorero y jefe del Servicio de Recaudación del Ayuntamiento de Sant Josep y una de las personas más involucradas en buscar una solución al grave problema de los alquileres.