Los 136 pasajeros del catamarán Ibiza Sea Party se reunían el viernes por la tarde con todo lo necesario para disfrutar de la jornada en el mar: toalla, traje de baño, algo de ropa, gafas de sol, ganas de pasarlo bien y 60 euros para disfrutar de bebidas, torrada, sandwichs, motos de agua, baños cerca de Formentera, juegos eróticos y una preciosa puesta de sol con es Vedrà de fondo. «Salimos cuatro veces por semana con 136 personas de las que la mitad son chicos y la otra mitad chicas. Tenemos tres dj's a bordo que se encargan de que la música no pare en toda la tarde. Este es nuestro segundo año con la fiesta y casi siempre hay lista de espera de uno o dos días», explica Manuel, uno de los promotores de Ibiza Sea Party.

Ya en la cubierta, los diferentes grupos de amigos y amigas se fueron acomodando en los bancos laterales, la parte cubierta y la proa del catamarán a vela. Y fue en ese momento cuando Santi, el patrón del barco, cogió el micro del dj para explicar cuáles eran las medidas de seguridad: «Estáis en un catamarán a vela, no os recomiendo que saltéis todos a la vez. Los asientos son para sentarse, no para poneros de pie porque os podéis caer al mar. Es una mala idea emborracharse porque os recuerdo que no estamos en una discoteca. Si alguien pone en peligro la seguridad de los demás quitamos la música y volvemos al puerto de Eivissa».

Y por fin la embarcación zarpó rumbo a Platja d'en Bossa, donde pudieron disfrutar de algún que otro baño y paseos en moto de agua. Paloma, José Luis, Vanessa y Juan son dos parejas de Algeciras que justo al aterrizar en el aeropuerto de Eivissa pidieron información sobre Ibiza Sea Party: «Nos lo habían comentado amigos que ya estuvieron el año pasado. Y nada más salir por la puerta de llegadas le preguntamos a una de las chicas que reparten publicidad de una discoteca. Nos pasó un contacto y la verdad es que estamos flipando; es genial que la discoteca salga al mar», explicó Paloma. Tras algo más de media hora de motos de agua, la organización decidió continuar en dirección a Formentera, pues el mar estaba algo revuelto. Cerca de la playa de ses Illetes, la música de los dj's J Negrete, Karim Haas y JoaoDaFunk continuó generando ese buen ambiente de amistad y amor en el mar. «Estábamos en ses Salines y un chico nos comentó que existía esta fiesta. Nunca habíamos montado en catamarán. Hay muy buen rollo entre la gente, buena música, comida y bebida», explicó Sandra, que acudió a esta salida del Ibiza Sea Party con sus amigas Ana, Ariadna y Laia de Barcelona. Una vez fondeados cerca de Formentera, el equipo organizador empieza a preparar la barbacoa con la que los asistentes reponen fuerzas para continuar con la fiesta de vuelta a Eivissa. El sol fue cayendo hasta que a las 21,05 desapareció detrás de es Vedrà, una 'postal' que buena parte de la gente aprovechó para hacerse fotos de recuerdo. «Ahora empieza la parte dura de la sesión. ¡Llegan los juegos eróticos!», anunció uno de los dj's. Minutos después salían los primeros voluntarios a la mesa central para probar a qué sabe la nata montada en bañadores y biquinis. Y con el mejor sabor de boca mezclado con sensaciones únicas veraniegas, la comitiva del Ibiza Sea Party inició la marcha de regreso al puerto de Vila.