Laire es mucho más que un exitoso emprendimiento, es mucho más que cosmética natural y aceites terapéuticos, es el acrónimo y el alma de Irene Apolo, su creadora. Su historia de amor con las plantas y su propiedades comenzó hace 18 años cuando por un problema de salud y por recomendación de una amiga acudió a un naturópata que en menos de tres semanas de tratamiento con las plantas apropiadas la afección desapareció. Esta grata sorpresa despertó una pasión en Irene que el profesional auguró que en 20 años -hoy- los tratamientos naturales para la piel y el cuerpo serían muy importantes y «se pondrían de moda».

En aquel momento Irene y su amiga comenzaron a formarse de manera autodidacta ante una incipiente internet donde no se podía encontrar información aún. Entonces, ambas comenzaron a recorrer las alpujarras de Almería y de Granada buscando a «viejecitas» que les transmitieran sus conocimientos sobre las plantas, sus aplicaciones y propiedades. «Esta información tan valiosa nos servía mucho para ensayo y error», según cuenta. Tras siete años decidió dejar su trabajo en recursos humanos de una empresa en Sevilla y decidió continuar con su formación en México en los años 2009 y 2010 que fue un antes y después en su vida. Allí convivió con una comunidad maya en Yucatán donde Irene les enseñaba a reciclar el jabón a cambio de sus ancestrales conocimientos que se acoplaron a los que ya había adquirido en Andalucía y todas las piezas comenzaron a encajar. Fue en México comenzó a impartir cursos, a ser ella ahora la que compartía sus conocimientos.

De vuelta en España, y por otra amiga, hizo pie en Ibiza donde el destino comenzó a hacer de su afición a la que le dedicaba «horas de fascinación» a ser un estilo de vida del cual poder vivir. Sus conocimientos se afianzaron, se llenaron de confianza de la mano de un profesor de la Asociación Sabila que se cruzó en su camino, lo que le aportó la seguridad necesaria para lanzarse a hacer su línea de productos. Igualmente, cada año continúa formándose ya que, por ejemplo, ha ido a India a interiorizarse en medicina Ayurveda porque «esta es una sabiduría que no tiene fin. Ahora estoy profundizando en alquimia femenina y en astrología porque los ciclos lunares son muy importantes en la maceración de la planta, así puedo ser cada vez más precisa», comenta. Irene afirma que «las plantas son muy poderosas y hay que rescatar esa sabiduría que está en todos nosotros y se ha perdido».

Un regalo para la piel

‘Laire by Irene Apolo’ es una gama de productos naturales y ecológicos que consta de siete aceites terapéuticos que realiza ella misma combinando sus propios oleomacerados y que equilibra con aromaterapia teniendo en cuenta los chacras, las afecciones y el Ayurveda. Irene busca «a quienes elaboran los aceites que utiliza como materia prima que sean de la más alta calidad posible y los uno con las plantas». También produce cosmética natural como cremas faciales, contorno de ojos, exfoliantes y sérums, con esos aceites e hidrolatos de flores destiladas por ella misma por medio del alambique que «es lo que le aporta la ‘medicina’ a esas cremas que hago», jabones artesanales, perfumes y productos personalizados. Hay que tener muchas cosas en cuenta comenta Irene, por ejemplo «las embarazadas según el tiempo de gestación en el que se encuentren hay algunos aceites esenciales con los que no es bueno que tengan contacto».

Irene se encarga personalmente de todos los pasos del proceso, recoger las plantas o pedírselas a gente de Ibiza que se dedica a cultiva plantas para uso medicinal (como caléndula, hipérico, romero, melissa, ruda, lavanda, frígola, etc), macerarlas, destilar las que sean necesarias, seleccionar demás materias primas con certificado ecológico, las etiquetas y el ‘packaging’ y elaborar los productos en su taller de Ibiza por lo que no le es posible producir a gran escala, afirma que «si cuidamos lo que comemos tenemos que vigilar también lo que nos podemos en la piel».

Apolo confiesa que es consciente de la gran cantidad de gente a la que ha ayudado con sus productos y que «eso es lo que me mantiene viva y me hace muy feliz». Igualmente, continúa, «nunca se puede ser radical, hay que combinar la medicina tradicional con las propiedades de las plantas. Hay que encontrar un equilibrio. Pero sí que es verdad que muchas veces se va al medico por tonterías o cosas que con las plantas las podemos solucionar sin meternos toxinas en el cuerpo». Sostiene que «a la planta la tenemos en el día a día, si ya conocemos cual nos sienta bien y la sabemos utilizar tiene un papel preventivo muy importante, siempre va a ser un apoyo».

Laire forma parte de la asociación de artesanos ‘Apple’, a través de su Facebook se puede contactar con ella y allí se publica en los mercadillos donde se la puede encontrar -en Santa Eulària los domingos y en Santa Gertrudis los jueves y viernes- así como los diferentes cursos que imparte.