Numerosas personas acudieron el miércoles por la noche a la cena anual de la ONG Juntos que se celebró en el restaurante La Escollera. | ARGUIÑE ESCANDÓN

Una vez más la sociedad ibicenca, sin importar la edad, el sexo o la condición social, volvió a demostrar que siempre que se la necesita está dispuesta a arrimar el hombro para ayudar por una buena causa. Son numerosos los casos que podemos encontrar a lo largo del año, desde cenas a subastas benéficas, mercadillos o torradas o arroces de matanzas y con muy distintos perfiles a ayudar, desde personas con necesidades especiales, en riesgo de exclusión especial, con enfermedades o incluso animales.

Por ello, afortunadamente lo que se vivió este mismo miércoles por la noche en el conocido restaurante La escollera de Sant Jordi no fue una excepción. Un amplio número de residentes de todas partes de la isla acudieron a la llamada de la ONG Juntos para participar en la cena benéfica que se organiza de forma anual para intentar recaudar los mayores fondos posibles y así seguir ayudando en las campañas que tienen puestas en marcha y que tienen que ver fundamentalmente con la ayuda de los niños que están hospitalizados en las Pitiusas.

En esta ocasión, el precio a pagar por asistir fue de 50 euros y nadie puso pegas puesto que con esta cantidad, además de colaborar, se pudo disfrutar con una magnífica cena estilo buffet. Además, y como suele ser habitual en este tipo de eventos, los asistentes también disfrutaron con numerosas sorpresas fuera de carta que se fueron desvelando a lo largo de la velada y que tuvieron que ver con la música y las performances.

El trabajo de Juntos

La ONG Juntos, creada por el ibicenco Carlos Ramón, se encarga fundamentalmente de hacer más fácil y divertida la estancia hospitalaria de los niños pitiusos y sus familias. Para ello, entre otras actividades organizan talleres ocupacionales en los hospitales y han creado espacios en los que puedan jugar, divertirse y olvidarse durante un rato de su rutina en el centro. El más llamativo de estos espacios es la sala de juegos de Pediatría de Can Misses, que fue renovada completamente en 2016.

Además, ese mismo año, la ONG empezó a realizar talleres ocupacionales en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y una vez al mes sigue realizando diferentes actividades con los niños que allí se encuentran hospitalizados. Otras de sus campañas llamativas son El descanso del guerrero, consistente en unas vacaciones en Ibiza para niños y adolescentes que han luchado contra el cáncer y sus familias, o Coquitos, unos pequeños pañuelos muy divertidos para que, en caso de perdida del cabello después de un tratamiento de quimioterapia, los niños y niñas puedan llevarlos y buscar el color que más les gusten. Se pueden comprar en la página web de la ONG y lo recaudado irá directamente para sus programas de ayuda.