El fallo renal o insuficiencia renal crónica de los gatos, supone un deterioro progresivo de los riñones y ocurre en gatos maduros y de edad avanzada.

Se estima que uno de cada tres gatos mayores de 10 años y más de la mitad de los mayores de 15 años presentan problemas renales. Los riñones limpian la sangre de toxinas y mantienen un nivel de agua adecuado en el organismo. Si los riñones fallan, acaban deteriorando seriamente la salud de nuestro gato. La enfermedad renal crónica es la típica enfermedad silenciosa que avanza terreno sin presentar unos síntomas claros.

Síntomas de insuficiencia renal

Son signos muy inespecíficos que a menudo pasan desapercibidos y pueden ser confundidos con cualquier otra enfermedad.

Los más típicos son:

-El gato bebe y orina más de lo normal.

-Pérdida de apetito y de peso de forma lenta y progresiva.

-Vómitos al principio esporádicos y después cada vez más frecuentes.

-Letargia: en las etapas finales el gato está apagado y no se siente bien.

El problema es que los síntomas aparecen mucho después de que el riñón empieza a deteriorarse, por eso se considera una enfermedad silenciosa.

Los chequeos periódicos a partir de los 8 años son el mejor método de diagnóstico.

Se diagnostica mediante un análisis de sangre y de orina: un aumento de urea y creatinina en sangre, junto con una baja densidad de orina, son indicadores de fallo renal.

Es muy importante hacer chequeos periódicos después de que el gato cumpla los 8 años de edad.Solo así puede detectarse la enfermedad a tiempo. Cuando se detecta demasiado tarde, los gatos tienen que ser hospitalizados para ser rehidratados, suelen venir en estado de shock.

Si tu gato empieza a beber más de lo normal y hacer más pis de lo normal (ensucian más el arenero,) deberías llevarlo al veterinario.

Son casos en los que el dueño tarda en darse cuenta que algo no va bien y cuando llegan a consulta han dejado de comer completamente, llevan días vomitando y están muy deshidratados. Es imprescindible estabilizarlos antes de empezar con el tratamiento.

Tratamiento del fallo renal:

-Es importante reducir la cantidad de proteína de la dieta para que los riñones trabajen menos.

-También se sabe, que los gatos con fallo renal, tienen problemas para regular el fósforo, que tiene un importante papel en la progresión de la enfermedad. Debe reducirse el fósforo de la dieta.

-La hipertensión juega un importante papel, por lo que reducir la sal y administrar medicamentos hipotensores también es muy recomendable en gatos hipertensos.

La dieta supone el principal tratamiento del fallo renal. Proteína, fósforo y sal deben reducirse para retardar la progresión de la enfermedad.

-También debemos suplementar la dieta con vitaminas del grupo B, antioxidantes , potasio y ácidos grasos omega-3.

Consejos para adaptar a tu gato a la nueva dieta:

Muchos gatos con fallo renal dejan de comer o rechazan la nueva dieta, por eso es importante comenzar una vez el animal esté estabilizado y siempre de forma paulatina.

La adición de sustancias saborizantes al pienso puede ayudarnos: de latas de atún, un poco de caldo de pescado… en caso de la comida húmeda , podemos calentarla en microondas para hacerla más palatable.

Es aconsejable no darle las medicaciones junto con su comida habitual, ni tampoco que usemos comida mientras se les pongan inyecciones o se manipulen porque pueden llegar a aborrecerla.

Consejos para estimular el consumo de agua:

Es importantísimo que los gatos con problemas de riñón beban agua, ya que el deficiente funcionamiento renal les hace perder más agua de lo normal, por lo que tienen tendencia a la deshidratación.Si acepta, sería muy adecuado alimentarlo con comida húmeda, ya que necesitarán ingerir menos agua y así compensaremos la pérdida de agua vía renal.

Los bebederos deben ser grandes, a los gatos no les gusta que los bordes de los bebederos les toquen los bigotes y deben estar siempre llenos de agua fresca.

Procura facilitarle el acceso al agua durante las 24 horas, muchos gatos beben más por las noches. Los gatos prefieren beber agua corriente, por eso aconsejamos que los gatos con fallo renal tengan a disposición fuentes automáticas.