Un momento de la actuación de la ibicenca Mati Fernández y su equipo junto al bailaor Alejandro Rodríguez en el Cine Regio de Sant Antoni. | Daniel Espinosa

Lo que se vivió este martes por la noche en el Cine Regio de Sant Antoni con las actuaciones de Mayte Martín, Pedro el granaíno y Mati Fernández fueron más de cuatro horas de homenaje al flamenco. Es cierto que entre cada actuación hubo incomprensibles parones de cerca de un cuarto de hora aprovechados para reponer fuerzas, tomar una caña y fumar un cigarrillo, pero lo que es innegable es que el festival comenzó a las 20.45 horas y terminó pasadas las doce y media de la noche con una gran fiesta por bulerías que supuso un broche inolvidable para las más de seiscientas personas que abarrotaron el recinto.

Cada uno de los artistas participantes lo dieron todo sobre el escenario y encandilaron al público. La primera en hacerlo fue la ibicenca Mati Fernández, La Mati, quien entre olés y aplausos abrió el festival acompañada de su guitarrista Ismael Rodríguez y su cajonero y percusionista Luis Amador. Mientras seguía entrando público, un problema que se repitió una y otra vez durante cada una de las actuaciones, su voz inundó el viejo cine con su particular voz hasta dar paso al bailaor Alejandro Rodríguez, quien arrancó las primeras grandes ovaciones de la noche. Su energía sobre el escenario, su manera de moverse y la compenetración con La Mati y su equipo fueron perfectos, anunciando una gran jornada de flamenco.

Tras el primer parón tomó el testigo Mayte Martín. La cantaora y compositora del Poble Sec de Barcelona volvió a demostrar una vez más porque está considerada una de las más grandes de España y una guía para las nuevas generaciones que vienen pisando fuerte. Completamente vestida de negro y acompañada sólo de un guitarrista, primero se arrancó por granaínas, después siguió con fandangos y demostró, durante cerca de una hora, las ganas que tenía de actuar por primera vez en Ibiza tras una larga trayectoria de más de treinta años.

Sin embargo, para los amantes del flamenco lo mejor estaba por llegar. Lo hizo con Pedro el granaíno y su guitarrista Paco Heredia, que por su buen hacer fue catalogado por alguno de los asistentes «como un monstruo». Poco a poco fueron subiendo el nivel del festival hasta concluir su actuación, tras casi una hora, con un fandango mano a mano, sin micros y a pelo, voz y guitarra sonando impresionantes en toda la inmensidad del Cine Regio. Y finalmente, mientras el numeroso público aún se estaba reponiendo, llegó el fin de fiesta. Fue por bulerías y con Pedro el granaíno, La Mati, el bailaor Alejandro Rodríguez y los músicos Paco Heredia, Ismael Rodríguez y Luis Amador dándolo todo sobre el escenario. Y así, entre olés, vítores y pelos de punta, terminó todo tras más de cuatro horas.