Un joven de nacionalidad británica denunció ayer en los juzgados de Eivissa que la noche anterior había sido objeto de una violación. La joven, visiblemente afectada, fue examinada por los médicos de la clínica forense de Eivissa y declaró que no recordaba lo ocurrido.

Explicó que fue en el transcurso de una fiesta que se celebró anteanoche en una discoteca del municipio de Sant Josep y que no recordaba quién o quiénes cometieron la presunta agresión sexual. Añadió que no había consumido drogas, al menos de forma voluntaria, aunque sí una gran cantidad de alcohol.

Ayer se especulaba con la posibilidad de que la joven hubiera sido drogada sin que se apercibiera de ello, como al parecer ha ocurrido en otras ocasiones, a base de cristal o GHB.

Fue imposible ayer contrastar esta información con la recibida por la Guardia Civil, que por el momento no ha anunciado detenciones relacionadas con la denuncia de la joven. Hace dos semanas se produjo una denuncia semejante presentada también por una joven turista de nacionalidad británica y tampoco se anunciaron detenciones en este caso.

Previamente, en el Port de Sant Miquel, otra joven británica, ésta de tan sólo 15 años, presentó, junto con sus padres, una denuncia pro violación contra un compatriota, que reconoció que había mantenido relaciones sexuales con la chica, pero dijo que en todo momento fueron consentidas por ella.

El sospechoso fue detenido y enviado a prisión con carácter provisional mientras continúan las investigaciones. Ella dijo que la agarró de los brazos y la tumbó sobre la arena de la playa, donde consumó el acto. Ambos dijeron que el hombre no llegó a eyacular dentro de la joven, sino que se retiró a tiempo. No usó condón.