La jornada contó con talleres para los más pequeños y puestos explicativos para los mayores con el objetivo de concienciar sobre la importancia de reciclar.

El domingo se celebró el Día Internacional de la Madre Tierra que, según la ONU, sirve para recordar que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento por lo que es nuestra la responsabilidad de cuidarlo.

Santa Eulària se sumó a esta celebración con diferentes talleres de pintura y juegos para los más pequeños, un mercadillo de artesanía y música en directo, además de puestos explicativos como el del grupo ecologista Amics de la Terra. Desde su estand se dedicaron a recoger firmas para cambiar la ley balear y permitir que los supermercados puedan implantar el sistema Retorna.

Se trata de un sistema de recogida de basura de envases que te devuelve el pago del propio envase, es decir, 25 céntimos. De esta manera, se «obliga» al consumidor a devolver los envases al punto donde los compró. «En otros países funciona muy bien y consideramos que aquí es imprescindible porque ya se ve cómo está el mar lleno de plásticos», señalaron.

Además, desde el Ayuntamiento también quisieron informar sobre la importancia de proteger la tierra. «Es imprescindible reciclar porque, además, al vertedero le quedan pocos años de vida», dijo Isabel Vargas, trabajadora del Consistorio. Según explicó, Ibiza solo se queda con el rebuig, ya que el papel y el cartón se manda a Zaragoza y los envases y el vidrio a Palma.

Por ello, el domingo explicaron a los interesados cómo hay que reciclar y dónde hay que hacerlo. «No se puede tirar al contenedor un electrodoméstico porque para eso están las deixallerias», matizó Vargas quien recordó que el Ayuntamiento hace un descuento en la factura de la basura si presentas cinco reciclajes en una deixalleria.

Santa Eulària apostó ayer por la reducción del uso del plástico y, para ello, ofrecieron bolsas alternativas a las de plástico para la compra en el supermercado. «El plástico tarda muchísimo en degradarse y no somos conscientes», dijeron. De hecho, muchos estudios afirman que tarda entre 100 y 1.000 años en hacerlo.