El libro fue el gran protagonista de la jornada y muchos pudieron ojear los ejemplares antes de comprarlos | Irene Arango

Santa Eulària se desmarcó del resto y adelantó la celebración del día de Sant Jordi. Así, el Paseo de s’Alamera se llenó el domingo de libros y, como viene siendo habitual, también de flores.

Escritores y vendedores saben que en la variedad está el gusto, motivo por el cual no dudaron en ofrecer gran variedad de lecturas aptas tanto para el público infantil como para un público adulto. Tampoco faltaron los ejemplares de autores locales donde muchos destacan por publicar en ibicenco o catalán.

«Apostamos por los libros de aquí porque están impresos aquí, escritos por gente de aquí y hablan sobre la isla», explicó uno de los vendedores que ayer estuvo en Santa Eulària. No está de más decir que, además, tienen mucho éxito entre los lectores.

La solidaridad también se hizo hueco en el Día del Libro del municipio gracias a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). En el estand se podían adquirir libros de diferentes temáticas que habían sido donados por personas anónimas. «No les ponemos precio, pedimos la voluntad», señaló Maricarmen García, una de las voluntarias de la AECC.

Además, con motivo de la celebración de Sant Jordi, las pacientes y voluntarias de la Asociación habían aprovechado los talleres de manualidades que hacen cada semana para elaborar separadores de libros. Aunque el domingo fue la primera vez de la representación de la AECC en Santa Eulària, ya habían estado años atrás en Ibiza, donde repetirán hoy.

Nuevas promesas

Siempre se ha dicho que antes de morir hay que escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo. Mito o no, son muchas las personas que lo cumplen o que, por lo menos, sueñan con hacerlo. Es el caso de Adelina Torres, quien ha hecho su sueño realidad.

Así, hace una semana presentó su primer libro y ayer lo expuso en la feria con esos nervios que surgen al hacer algo por primera vez. Bajo el título ‘Pablo, ¿estás ahí?, Torres cuenta su propia historia aunque, dice, que no se trata de un libro autobiográfico. Para ella, escribir es más fácil que publicar y poner a la venta el ejemplar porque «tú sabes lo que escribes, pero no la reacción de los demás».

Alberto Taranco también se estrenó ayer con Reflexiones de un caballo. Aunque admitió que ya había escrito algún relato breve, éste es el primer libro firmado por él. En él habla de las virtudes y miserias del ser humano a través de los ojos de un caballo. «Todo esto surgió un día cuando iba paseando con mi hija y vimos un caballo. Ahí pensé que cómo nos vería y qué pensaría de nosotros», señaló. Así, Taranco espera que su libro llegue a muchas personas porque, como bien dijo, «un artista siempre quiere transmitir».

La música se hace hueco

La realidad es que, en Ibiza, cada vez se venden menos discos, algo que no es difícil cuando no hay ni una sola tienda en la isla que se dedique a ellos. Por este motivo, la Asociación de Músicos de Ibiza salió el domingo a la calle para dar a conocer la gran variedad, cantidad y calidad del «producto local».

Los músicos entienden que la música también es cultura y debe pasar de generación en generación. «Son todo bandas gestadas en la isla que tocan pop, pop rock, blues o swing», explicó Pablo, uno de los músicos. Además, desde la Asociación quieren luchar por los derechos de los músicos para poder tocar música en directo.