Son los que siempre están ahí. Veinticuatro horas al día los prácticos recorren las aguas del puerto de Ibiza para asesorar en las maniobras de entrada y salida. Hablamos con Nacho Marí Figuerola (Enguera, 1956) y Alberto Campo González (Vitoria, 1974), dos de los tres prácticos del puerto. Una profesión fundamental dentro de sus aguas y muchas veces desconocida por parte de la mayoría de la gente.

Ejercen una profesión que mucha gente desconoce, ¿qué hace un práctico?

Nacho (N)- El práctico asesora a los capitanes de los barcos en la entrada y salida del puerto. Eso es básicamente lo que hacemos. El nivel de asesoramiento varía mucho de que tipo de barco es y los conocimientos que tenga el patrón. El práctico es un especialista del puerto. Conoce todas las sondas, las cuestiones geográficas, la meteorología, y ayuda al capitán que viene de fuera y no conoce el puerto a ir al atraque que le ha asignado la Autoridad Portuaria (APB).

¿Cómo es el día a día?

Alberto (A)- Pues el día anterior la APB nos dice a dónde van los barcos y qué barcos vienen, y cuando van llegando les vamos informando sobre la meteorología, qué se van a encontrar dentro del puerto, a qué atraque van a ir, si van a ir de babor o estribor al muelle, en el punto que vamos a embarcar nosotros…

Y ese conocimiento profundo del puerto que tienen, ¿se enseña o se adquiere con el trabajo?

N- Hay que pasar unas oposiciones aquí en Ibiza y una de las partes del temario es conocimiento del puerto. Normalmente se pide un plano detallado a escala del puerto con todos los atraques, los muelles, las tomas de agua, las sondas...todo. Conocer al dedillo todo el entorno portuario.

¿Qué es lo más complicado de su profesión?

A- El embarque y desembarco es el momento más crítitico. Dependiendo de las condiciones meteorológicas que haya de viento y de mar, no es fácil. Con los años al final vas cogiendo los trucos para saber cual es el momento idóneo. Vas sintiendo cómo sube la barca, cuando va bajando, para subirte a la escala. Porque nosotros cuando embarcamos nuestra embarcación se abarloa (se pone al lado) al buque. El buque tiene una escala y nosotros nos tenemos que subir por esa escala. En unos buques es más corta y en otros es más larga. Es un momento crítico.

Entiendo entonces que dependen mucho del patrón de su embarcación, ¿qué es lo que tiene que hacer?

A- Tiene que abarloarse a la embarcación, saber el momento idóneo de acercarse al barco, si puede. Si no, el barco también tiene que variar su rumbo para darnos aire a nosotros y que el embarque sea más fácil. Se fija una velocidad con el barco para que tanto la embarcación del práctico como el buque lleven la misma velocidad. Entonces, él tiene que ir controlando que el punto por el que accedemos desde nuestro barco esté fijo con la escala del buque. Luego el marinero que también viene con nosotros nos ayuda tanto a sujetar la escala como, en un momento dado, a echarnos una mano para que podamos subir más rápidamente.

Y, ¿ha habido alguna vez que se hayan caído al agua o hayan estado a punto?

N- No, caernos al agua, gracias a Dios, no nos hemos caído. Situaciones peligrosas sí, pero dices bueno, venga, va, a por ello. Pero con ese sube baja y baja sube, la situación más peligrosa es cuando puedes encontrar que no tienes ningún asidero. Y a veces sí me ha pasado. No estar cogido ni a un sitio ni a otro. Son situaciones que intentas evitar, pero se pasan. Esas cosas la hacen una profesión de riesgo.

Este puerto ha crecido mucho en los últimos años, ¿cómo han visto esta evolución?

N- Pues yo empecé en el 2000 y llevo casi 20 años. Y aparte he vivido aquí toda mi vida. La evolución la he visto tanto profesionalmente como a nivel de residente. Y ha sido la misma que ha tenido la isla de Ibiza. Según crece la población en Ibiza, las necesidades de mercancías y el mercado turístico crece. Entonces, los barcos cada vez son más grandes y las instalaciones portuarias tienen que dar cobijo a esos barcos cada vez más grandes. De cuando empecé que metíamos todos los barcos junto a la Marina, a los que están ahora en dique de es Botafoc. Ninguno de los que entran ahora en el dique de es Botafoc cabría ahora en la Marina. Cabría uno y ya se vería si sale.

Del mismo modo que ha crecido la isla, ¿ha crecido la carga de trabajo?

N- Sí, de hecho aquí durante muchos años la plaza de práctico del puerto la tenían asignada dos personas. A veces ha habido uno solo, e incluso medio práctico. Ahora mismo nosotros somos tres a tiempo completo. La carga de trabajo ha incrementado mucho.

¿Son suficientes para abarcar esa carga de trabajo?

N- Vamos cumpliendo. A todo el mundo le gustaría trabajar un poco menos pero cumplimos la reglamentación que tenemos con Autoridad Portuaria y todos los sistemas de calidad, así que vamos bien.

A- Varía mucho el tráfico de invierno a verano. En invierno es un tráfico más tranquilo y en verano con los cruceros y los yates nos aumenta la carga de trabajo. Pero son tres meses de ritmo fuerte.

¿Se encuentran muchas embarcaciones que están donde no deberían estar?

N- Gente así hay mucha. Ayer mismo gente fondeada en medio de la bocana. Veleros que fondean en cualquier parte y dices «¿no te das cuenta que estás en medio de todo el tráfico?» Eso pasa todos lo veranos. Y no es raro, casi es lo más habitual. (Ríen).

¿Los ferris que hacen la ruta diaria a Formentera necesitan al práctico?

- Los que no tienen exención sí, tienen que tener el asesoramiento del práctico. Nosotros tenemos que subir a todos lo buques superiores a 500 PT. Todo buque superior a eso tiene que contar con la presencia del práctico. Pero cuando el capitán ya tiene en su haber un número de maniobras que estipula Capitanía Marítima, pueden optar a una exención de practicaje. Tienen que hacer un examen teórico y otro práctico y si demuestran los conocimientos del puerto y de la zona en la que atracan, no hace falta el práctico.

¿Al entrar a las embarcaciones alguna vez se han encontrado alguna cosa extraña o surrealista?

N- Cuando ves un barco, todos, dentro de sus diferencias, son muy parecidos. Subes al puente y en seguida te sitúas. No he encontrado situaciones de decir «aquí qué pasa». Ni siquiera en submarinos, que también he subido a alguno, y al final son lo mismo. Todos un poco más apretados, pero vamos.

¿Qué formación debe tener un práctico?

A- Tienes que estudiar la carrera de licenciado en Marina Civil. Son 5 años. Después de hacer la carrera de licenciado tienes que empezar en prácticas. Empiezas siendo piloto segunda, luego pasas a ser piloto de primera y luego a capitán. Una vez que eres capitán, para llegar a ser práctico tienes que tener 2 años de mando de buques de más de 1000 PT. Una vez que tienes eso te presentas en Madrid a una oposición y luego otra en el puerto en el que vayas a trabajar.

Y en el caso particular de cada uno, ¿cómo llegaron a práctico? ¿Ya querían serlo?

N- En mi caso surge ya con el tiempo. Yo he estado navegando tanto en Flebasa como en Balearia por la zona. Y bueno, navegar está bien si te gusta la mar, pero llega un momento que también quieres tener un pie en tierra. Cuando empiezas, no empiezas pensando en ser práctico, empiezas pensando en ser capitán. Esta es la última salida que te queda, el final.

A- Yo sí que quería ser práctico. Porque el práctico, dentro del mundo marítimo, dentro de nuestra rama, es lo máximo a lo que se puede llegar. Si vas por otras ramas por tierra hay otras cosas, pero el práctico para mi era lo máximo.

¿Cuando les toca subir a yates grandes, de lujo, han encontrado algo sorprendente en esta clase de embarcaciones?

N- Yo recuerdo una vez a José María (el tercer práctico) que acabó con un sombrero mexicano haciendo la maniobra porque estaban todos de fiesta, pasaron por ahí y le colocaron un sombrero en la cabeza. Pero vamos, la fiesta de Ibiza, en esta clase de barcos puede pasar lo mismo que en cualquier discoteca.

Son un colectivo dentro del puerto que infunde respeto y cierta distancia, ¿es una fama merecida?

A- Nosotros estamos en el puerto las 24 horas, entonces, no es que sea respeto, es que para cualquier cuestión que quieras saber del puerto nos preguntas a nosotros y la sabemos. Hay gente que a veces está y a veces no, pero nosotros siempre estamos y cualquier cosa que haya pasado o cualquier cosa que quieras saber te responderemos. Tenemos mucha información, si preguntas a alguien y siempre te contesta, pues directamente le preguntas a esa persona.

Ese nivel de presencia y reconocimiento tendrá una remuneración ¿cuál es el sueldo de un práctico?

N- La empresa de practicaje es una empresa privada. Tienes que tener un contrato de prestación de servicio con la Autoridad Portuaria y ellos fijan las tarifas para cada embarcación en función del tonelaje. Entonces vas trabajando y facturando directamente a los consignatarios y a los armadores. Nosotros no tenemos clientes, los clientes son del puerto. Si hay más tráfico nosotros trabajamos más y facturamos más, si hay menos tráfico facturamos menos. Y ¿cuánto cobramos? Pues lo que sobra, como en todas las empresas privadas.

En algunos países de Europa se está liberalizando el practicaje, ¿es importante que sea una figura pública?

A- Pues aquí se hace a través de oposición porque nosotros también tenemos una función pública. El práctico, cuando sube a un barco y ve deficiencias tiene la obligación de decirle a capitanía marítima que hay deficiencias. Nosotros somos las primeras personas que suben al buque, somos los primeros que vemos en qué estado está ese buque. Qué condiciones de sanidad, de limpieza, técnicas, si la tripulación que hay es acorde a lo que tendría que haber.

¿En alguna ocasión han encontrado algún barco al que hayan tenido que prohibir la entrada?

N- Yo el otro día, más que prohibir, durante la maniobra vi que fallaba algo y lo saqué fuera. Se aborta la maniobra y se saca fuera. Hay barcos que vienen con deficiencias pero muchas veces es el propio capitán el que sabe si puede o no puede. Eso son cosas profesionales. El barco tiene un capitán que también es responsable. No va a entrar a tumba abierta a un sitio sabiendo que no puede acabar bien la maniobra. Otra cosa es que te pida un remolcador o tú digas que se va a usar remolcador porque las condiciones meteorológicas lo exigen.

¿Cómo han cambiado su profesión los avances tecnológicos?

N- Yo cuando empecé a navegar por aquí lo más diferente eran los motores. Eran de un solo motor y arranca y para. Ibas avante, parabas y hacia atrás. Casi todos los barcos, ferris y demás, hoy día tienen dos motores y son de paso variable. La máquina nunca está parada, simplemente mueves la palanca y el barco tiene empuje hacia atrás o hacia adelante. Eso dinamiza mucho la maniobra y te da mucha seguridad. Recuerdo al principio, cuando parabas y le dabas hacia atrás, contabas los segundos en que tardaba en arrancar la máquina: uno, dos, tres...uff, cuando llegaba a seis ya te estabas poniendo nervioso porque el barco seguía avanzando. Hoy en día ya hay sistemas que señalan la maniobra en un ordenador y el barco sigue la senda.

El hecho de que esté tan digitalizado ¿puede llegar a hacer innecesaria la figura del práctico?

N- Yo creo que siempre será necesaria porque nosotros no estamos controlando sólo el barco en sí mismo. Si no hubiera nada más alrededor del barco tal vez sí, pero tienes que interactuar con los demás elementos: tráfico, condiciones meteorológicas… todo lo que es ajeno al barco, y ahí es donde entramos nosotros. Nuestro asesoramiento muchas veces es más respecto a lo que hay fuera que a lo que hay dentro.