José Deprit, director de la academia náutica Stella Maris | MARCELO SASTRE

José Deprit es patrón de altura y director de la primera academia náutica de Ibiza, Stella Maris, fundada en 1998. Gran parte de su vida la ha pasado en el mar, con una experiencia acumulada de más de 150.000 millas navegadas sobre un medio que le llamó la atención desde que tuvo uso de razón, en su pueblo natal de Bermeo, en Vizcaya. En este municipio marinero, los pescadores iban cada año a Dakar para pescar el atún y a José siempre le atrajo ver cómo la flota volvía en septiembre. Fueron ellos quienes abrieron la ruta del atún a nivel mundial y fue por ello que emprendió su aventura particular por los mares de Escocia o Noruega antes de atracar en Ibiza en 1980 para quedarse.

¿Qué se encontró cuando llegó a la Ibiza de 1980 y por qué decidió quedarse?

- Me trajo a Ibiza que pujé por un velero en una subasta y mi sorpresa fue que fui el que más pujé. Me tuve que quedar más tiempo porque el barco estaba peor de lo esperado, y esto me fue atrapando poco a poco. En esa época había en Ibiza solo dos compañías que hacían charter, con flotas muy pequeñas además, pero ya empezaba a despuntar la isla como un atractivo para embarcaciones de recreo. Cuando llegué hice muchos charters. Daba la vuelta a la isla en una semana sin tocar tierra y creo que nunca he hecho un charter de un día, siempre de semanas, y por eso conozco tan bien las isla de Ibiza. Me la he recorrido lentamente y mi récord creo que fue hacerla en 14 días.

Trasladarse al Mediterráneo desde el norte debió ser todo un cambio, ¿no?

- Sí. Cuando descubrí el Mediterráneo dije ‘¡madre mía! Esto es un chollo’ (ríe), aunque luego se cabrea, como en otros lados. Es un mar también muy cambiante y es lo especial que tiene. Eso me atrajo.

¿Y qué le atrajo de la costa de Ibiza?

- Pues que es una costa que en comparación al resto de la española es de primera división, por su entorno y porque inevitablemente Ibiza iba a triunfar, como claramente ahora, que está en la cresta de la ola. Yo veía que esto iba a ir para adelante y ahora mismo estamos en el puerto más demandado del Mediterráneo, cosa que hay que saber llevar también, porque eso tiene un precio y tenemos que saber hacerlo bien y con una visión un poco futurista de lo que va a pasar. Ahora mismo el puerto de Ibiza está saturado y necesita una reorganización urgente si queremos competir con otras costas que están apareciendo por ahí, como la croata, la turca o la griega, que siempre ha estado ahí.

¿Habla de que este es un puerto colapsado?

- Hablo de la ley de la oferta y la demanda. En Ibiza hay muchísima demanda de atraque sobre todo y lo que sucede es que son muy caros y la calidad debería mejorar mucho. En cuanto a servicios hay marinas que lo hacen bastante bien, y en eso vamos mejorando, pero nos enfrentamos a una saturación, las calas están llenas y eso con el tiempo lo iremos pagando. Lo que tiene Ibiza es su situación geográfica, y eso no lo podemos cambiar, muy cerca de la costa española que está llena de marinas y su sueño es llegar al nivel de Baleares, quieren ‘hacer sus Baleares en verano’ y ese sueño nunca lo vamos a poder quitar.

Entonces, ¿cómo cree que podría revertirse esa situación general? ¿Vetando el tráfico, por ejemplo?

- Vetar el tráfico marítimo no se puede hacer. A ver, poner boyas en la costa que limiten a los barcos para proteger la posidonia, por ejemplo. Esto seguramente se vaya incrementando, como sucede ahora en Talamanca y otras zonas y como se hace ya en otros países, como en Australia y otros lugares, donde se tiene más conciencia de todo esto y donde se protegen más estas cuestiones y hay límite de barcos. Por otro lado hay que hacerlo muy bien, porque esto lo que hará es que otras calas donde no va nadie empiecen a saturarse.

¿Llega tarde la conciencia medioambiental a Ibiza?

- Nunca es tarde y lo que hay que hacer es organizarnos mejor, informar más a la gente que llega aquí, decirles que esto es como una reserva y vigilar también si la gente comete infracciones y que haya zodiacs o elementos de control para multar a esta gente. Pero hay que hacerlo bien. En cuanto a infraestructuras Ibiza tiene un problema con los emisarios que tenemos que resolver. El agua que depuramos tiene que cumplir la normativa europea, que exige aguas limpias o reciclar esas aguas para regadío, como se está haciendo ya en otros lugares del mundo. Tenemos que ser ejemplo, dado que la posidonia es Patrimonio de la Humanidad. Tenemos seguramente las mejores praderas de posidonia de todo el Mediterráneo y es nuestro deber cuidarlas, no solo en tema de fondeos, sino también sobre qué tiramos al mar, algo que produce efectos negativos en las praderas, claramente.

Y sobre el tráfico de fondeos en Ibiza, ¿cuál es su punto de vista?

- Pues es que estamos hablando de que Ibiza y Formentera tienen una costa con los mejores fondeos del Mediterráneo porque hay zonas, como ses Illetes, que admiten mil barcos a levante y, si cambia el viento, 1.000 barcos a poniente, y por eso es tan atractivo para todo tipo de barcos. De hecho, yo creo que por aquí pasan todos los modelos que se te pueden ocurrir, desde grandes yates hasta las embarcaciones más modestas. Y todos tienen cabida. Por otro lado, en la isla de Ibiza no hay líneas rectas, es muy cortada y la longitud de costa es tremenda si la estiramos. Entonces las posibilidades de cambiar de fondeo y de cambiar de paisaje es un atractivo tremendo.

Acerca de las posibles modificaciones en el puerto de Ibiza, está usted al tanto de algo, ¿no?

- Yo he visto varios planes e ideas, pero no sé si los proyectos se han consolidado. La estación de ferris a Formentera se ha quedado muy pequeña, la terminal tiene muchos años ya y debería de cambiar y trasladarse a otra zona. Creo que el proyecto quiere trasladarla a la zona de pescadores. Eso evitaría mucho lo que es la contaminación, porque cuando entran los tubos de escape con el viento de levante, que es el predominante en verano, toda esa contaminación entra a Ibiza junto con los autocares esperando con los motores encendidos. Y creo que lo que es muy interesante también es que eso permitiría hacer un proyecto de un paseo desde Dalt Vila hasta es Botafoc. Eso sería una idea genial de cara al futuro.

¿Qué le llevó a dar clases?

- Siempre me ha gustado dar clases, en el País Vasco también enseñé navegación, por ejemplo. Esta escuela la fundamos en 1998 hace 20 años Diego y yo para tratar de cubrir las necesidades que había en la isla. Fue la primera y la más antigua de las escuelas y continuamos.

Sobre titulaciones y niveles, ¿qué podemos encontrar en una escuela de náutica recreativa?

- Niveles desde la navegación básica, que se saca en un día y permite llevar embarcaciones de hasta seis metros, hasta ilimitado, que es capitán de yate, y te permite navegar por todo el mundo. Son cuatro titulaciones y se sacan de forma escalonada.

¿Y acerca de las nuevas normativas?

- La Administración va cambiando cada año y necesitan adaptarse, porque vamos un poco atrasados con respecto a Europa y adaptarse a la realidad, donde hay mucha demanda de patrones o de capitanes en embarcaciones menores de 24 metros. Para ello, hace cuatro años por suerte salió la titulación de Patrón Profesional de Embarcaciones de Recreo (PPER). Para nosotros ha sido también un balón de oxígeno porque instruimos también a gente desde el patrón de embarcaciones hasta capitán y luego les damos los cursos del PPER, y en eso hemos tenido mucha demanda en estos últimos años. De hecho, yo creo que la mitad de los que trabajan ahora aquí han pasado por Stella Maris. Y de la titulación en un día, que cambió hace dos años también, pues ha habido un buen flujo de gente y eso para las escuelas está muy bien.

¿Qué le parece la competencia en Ibiza?

- La competencia es buena y no nos asusta porque te obliga a hacer las cosas mejor y a no dormirte. De hecho, en capitán de yate somos la escuela que saca mejores resultados de toda Baleares, con diferencia además. Nuestro bagaje es que tenemos muchos años de didáctica y además estamos en un sitio con mucho potencial. Lo que esperamos ahora es que venga gente de fuera a sacarse los cursos, como los ingleses. Gibraltar coge mucha gente de fuera para dar clases y esperamos que pase eso en Ibiza porque el entorno para navegar es mejor imposible.

Los ingleses le dan más importancia a la parte práctica en la formación, ¿no?

- Los ingleses tienen un tipo de normativa más práctica, es el título más reconocido a nivel mundial en náutica recreativa y hacen titulaciones europeas. Gibraltar es un sitio muy demandado, porque además tienes el Estrecho, que es muy entretenido.

Entonces, ¿qué opina sobre los contenidos contemplados en la formación náutica española?

- Pues mi opinión es que estamos en manos de la Marina Mercante y está un poco despistada en cuanto a la necesidad real de títulos deportivos. Por ejemplo, por lo que más hace remolques Salvamento Marítimo es por temas de paradas de motor y en España no damos mecánica, nada. Y es algo que se tiene que saber. Son cosas increíbles porque tendría que haber cursos especializados de mecánica y evitaría accidentes. Hay muchas cosas de las que hablar, acerca de la Marina Mercante controlando a las pequeñas embarcaciones. En países como en Francia por ejemplo, las diferentes asociaciones tienen voz y voto en las decisiones que toma el Estado sobre náutica deportiva. En España tenemos voz, justo justo, y voto nada (ríe). Puedes hacer sugerencias, pero estamos en manos de la Marina Mercante.

¿Cómo han evolucionado los alumnos?

- En los 90 era más difícil sacarse la titulación y el nivel teórico ha bajado, ahora es más sencillo. Sobre el tipo de alumno, los que estudian capitán de yate lo hacen por trabajo. Es como el charter: en los años 90 el cliente venía a navegar, ahora los clientes que alquilan embarcaciones lo hacen para ir al chiringuito y volver, pero vamos, el 90%, y al otro 10% le sigue gustando navegar. Esto antes era al revés y ha cambiado muchísimo.

Y acerca de las travesías que organiza su escuela, tienen que haber vivido grandes experiencias...

- En el cruce del Atlántico nos pasó de todo. Yo era la tercera vez que lo cruzaba, pero la primera con la escuela. Hicimos Ibiza, Lanzarote, Gomera y Antigua, en el Caribe. Eso fue hace tres años con 7 capitanes de yate, un velero de 50 pies, que no estaba lo bien que pensábamos, y cogimos un temporal de una semana bastante duro, con olas de ocho metros. Se nos rompió de todo y no nos aburrimos en toda la travesía. Como experiencia de aprendizaje, encantados todos, porque al final salimos del paso. Otra experiencia muy buena fue en Baja California, porque es un mar donde hay mucho cetáceo. Nadábamos con cachalotes o focas. Es un sitio desértico lleno de islas, donde fondeas encima de conos de volcán. Y este año hicimos las antípodas de Ibiza. Quisimos hacer justo la latitud y longitud contrarias a la isla, lo que nos llevaba a Nueva Zelanda. Lo interesante que tiene es lo salvaje que es. Tiene 4 millones de habitantes y no empezó a poblarse hasta el siglo XI, cuando llegaron los maoríes. Es una costa llena de islas, de bosques y fiordos. Estuvimos en una isla que es uno de los mejores lugares del mundo para ver estrellas, por ejemplo. Ahí tienen muy en cuenta a los barcos deportivos porque estaban las 24 horas dándote partes meteorológicos en un canal de radio solo para partes, en eso son muy avanzados. Luego también son muy ecologistas, igual tienen 10 tipos diferentes de reciclaje, los barcos que llegan de fuera tienen la obligación de limpiar todas las impurezas de la embarcación o en los parque nacionales te tienes que limpiar los zapatos antes de entrar.

Tras su dilatada experiencia y volviendo aquí, ¿qué consejos podría dar para mejorar el puerto de Ibiza?

- Algo muy positivo para el puerto y para la isla sería que el Ayuntamiento y Autoridad Portuaria se llevaran bien y hagan proyectos no solo para la parte mercantil, sino también para la parte social, que se pueden casar las dos. No puede ser todo por la pasta, sino que hay una parte social que yo veo muy afectada en la zona rentada a grandes embarcaciones, justo debajo de Dalt Vila. Son 10 boyas amarillas que se utilizan dos meses y medio a un grupo de inversión, que fue quien pujó por esa zona y para mí es el sitio más interesante del puerto para hacer una marina, no solo para megayates, sino para todo tipo de barcos, y eso uniría el puerto con Dalt Vila, que creo que es una asignatura pendiente. La no comunicación entre ellos no debería ser así, sino pensando un poco en futuribles.

Y sobre las regatas que se celebran en las Pitiusas, ¿también habrá participado?

- La Ruta de la Sal hace años que no la hago y me gustaría retomarla con mis alumnos, que me lo piden. Es corta pero es muy bonita y la salida es muy interesante por la cantidad de barcos que hay. A mí me gustaba cuando acababan en Formentera, como la original. Porque era muy atractivo para la gente llegar a Formentera en Semana Santa. No hay muchas más, pero este año se ha retomado una de barcos clásicos llamada Ophiusa, en la que vinieron ocho barcos muy bonitos, como algunos de 1905 o 1915, mantenidos por gente con mucho dinero, porque cuesta mantenerlos. En verano no hay viento aquí, por eso no hay muchas regatas, es un mar ideal para lanchas. Ibiza tiene un microclima y yo siempre lo he dicho, los fenicios eran gente muy lista, porque eligieron el mejor sitio.