Pepe Torres, consignatario del puerto de Ibiza | JAUME MARTORELL

Más de cuarenta y cinco años como consignatario en el puerto de Ibiza, le dan a José Torres (Ibiza, 1951) una perspectiva muy amplia de su evolución. No sólo la ha visto con sus propios ojos, sino que ha participado en esa actividad desde dentro, gestionando las entradas y salidas de cargamentos y pasajeros, como interlocutor entre armadores, buques, Autoridad Portuaria de Balears (APB) y Capitanía Marítima. Desde los tiempos en los que todavía llegaban las materias primas que abastecían la isla en veleros de madera a los inmensos cruceros de más de 250 metros de eslora que traen en su interior un hormiguero de visitantes. Sus hijos, Joan y José, son ahora los encargados de llevar la actividad de un negocio familiar del que él todavía sujeta las riendas.

¿Cuál es el trabajo de un consignatario?

- Su función es la de tramitar ante todos los organismos portuarios como APB, Capitanía Marítima y Aduanas toda la documentación y trámites que hagan falta para la entrada, salida y despacho de cualquier tipo de barco.

¿Qué es lo más importante para realizar esta actividad?

- Yo creo que es estar siempre muy mentalizado de que siempre se tiene que seguir las directrices que cada armador encarga y cumplir con la regulación. Los diferentes organismos que existen en España, como puede ser Anesco o Apeam, siempre están actualizando las normativas, las funciones, las responsabilidades para que todo llegue a buen puerto y día a día salga todo mejor.

¿Cuándo empieza usted a desempeñar este trabajo?

- Yo hace más de 40 años que estoy vinculado al puerto de Ibiza a través de diferentes actividades y a través de distintas empresas como eran Hijos de Abel Matutes, Pedro Matutes, Umafisa, Pitra, Transmediterránea… son muchos años trabajando con casi todas las empresas que accedían al puerto. Ibiza Mar Consignatarios (IMC) siempre ha estado vinculada a cruceros y buques tradicionales siempre teniendo en cuenta los intereses de la isla.

¿Cómo ha cambiado el puerto en todo este tiempo?

- La evolución ha sido impresionante. Desde los años 60 en adelante, cuando teníamos un puerto como el de Vila al que llegaban veleros que descargaban todo tipo de productos a granel, que descargaban butano, que descargaban cemento en sacos. Luego empieza la actividad de los barcos de Transmediterránea que en un principio desembarcaban los coches con cuerdas. Los barcos en aquella época tenían una capacidad de 20 o 30 vehículos. Los animales y los productos que tenían que entrar en Ibiza todos llegaban en aquellos barcos. En los años 70 empiezan a llegar los primeros buques tipo ferry: el Juan March, el Sant Cruz de Tenerife, el Ciudad de Compostela... que poco a poco fueron relevando a los barcos mixtos. El cambio ha ido en paralelo al crecimiento de la ciudad. Desde que sólo teníamos el pequeño puerto de Vila hasta a día de hoy, en que se utiliza el dique de Botafoc.

¿El puerto era en cierta medida un centro neurálgico de la actividad de la isla?

Sí que lo era. No hay que olvidar que este puerto fue durante muchos años la base del suministro de toda la isla. En aquella época el tráfico de pasajeros era, el 80%, a través del barco. A partir de que aparece el aeropuerto se fue repartiendo. Era peculiar ver trabajar en el puerto de Vila viejo, con los barcos que cargaban el material con eslingas (aparejos con cuerdas o cables para alzar cargas), barcos como el Jaume I, Jsister, Ciudad de Algeciras… toda la gente que vivía en Vila siempre estaba pendiente de la llegada de los barcos. También muchos se quejaban de que el humo que tiraban los barcos molestaba a toda la ciudad, porque eran barcos que soltaban mucho humo y la gente secaba la ropa en los balcones y les ahumaba la ropa. También era curioso que cuando salían los barcos de pasajeros la gente se despedía lanzando rollos de papel higiénico desde la borda como si fueran serpentinas. Ahora todo esto ya ha cambiado totalmente.

¿En qué ha cambiado la actividad de los cruceros?

- En los años 60 y 70 venía un crucero cada 15 o 20 días. Eran barcos como el Cabo San Sebastián o el Cabo San Vicente. No se parecían en nada a los cruceros de hoy día. Transportaban a unas 500 o 600 personas. En aquella época recuerdo que su llegada era algo mucho más especial para la ciudad y se les recibía siembre con ball pagès Ahora hemos llegado a un punto en el que hay días en los que llegan 3 o 4 cruceros con capacidad cada uno de unas 1.500 a 2.500 personas, por lo que se reciben entre 7.000 y 10.000 personas. Para la economía de la isla es muy importante por que es un modo de hacer turismo que no consume territorio. Están aquí de 12 a 24 horas en las que conocen la isla, la zona de Dalt Vila, las diferentes playas, lugares de ocio.

Además de gestionar el atraque de estos cruceros, ¿qué otros aspectos se negocian por los consignatarios?

- Todo lo que pueda pedir cualquier tipo de barco, sea de línea regular o privado, pida lo que pida en cuanto a excursiones, suministros, atención médica… todo ello se hace a través del consignatario.

Un día de varios cruceros debe ser muy estresante.

- Hay días de cruceros que sí, que te encuentras que piden muchas cosas. Hay que tener en cuenta que las instalaciones que tenemos, hasta que se haga la nueva terminal, están limitadas. Eso sólo se puede paliar a base de servicios que da al barco el personal que tiene IMC, dedicándole el tiempo que haga falta para facilitarles todas sus necesidades.

¿Qué diferencia trabajar de consignatario en un puerto pequeño como el de Ibiza a hacerlo en un puerto como puede ser el de Barcelona o el de Valencia?

- El puerto de Barcelona, que es uno de los más importantes de España, tiene delimitada totalmente la zona de operaciones de carga, graneleros, petroleros… de la zona de cruceros. Se han ido delimitando y eso facilita mucho el que no tengan mucha vinculación una zona con otra. Esto se puso de moda en Europa en los puerto importantes de Italia o Francia. Aquí, no lo tenemos tan separado, pero sí delimitado gracias a los esfuerzos de Autoridad Portuaria y Capitanía Marítima. Eso permite trabajar con seguridad. Hoy por ejemplo tenemos barcos de carga en el dique de Botafoc, los cruceros están también aquí, pero separados para evitar todo tipo de riesgos y para dar todas las facilidades a los pasajeros para que encuentren autobuses, taxis y todas las necesidades.

¿Cómo ha evolucionado el trabajo del consignatario de cuando empezó hasta ahora?

- Día a día es más complicado, porque no solamente se tiene que atender a los barcos, sino que el consignatario es el intermediario entre la autoridad portuaria, capitanía, aduanas y el armador. Antes todo era más sencillo. Atracar, descargar y salir. Ahora necesita aplicarse toda una serie de reglamentaciones internacionales que hacen esta labor más compleja.

Aún así, ¿herramientas como el teléfono móvil habrán facilitado esa labor?

- Antes en Ibiza, cuando teníamos la telefónica antigua, tenías que llamar y pedir a una hora determinada que te pusieran una conexión. Ahora todo eso ya es pasado. La tramitación de las gestiones es mucho más complicada pero el correo electrónico, whatsapp... hacen que sea más ágil, sí.

¿Cuántos consignatarios hay en Ibiza?

- En la isla hay 5 consignatarios. Dedicados a cruceros hay 3. Nosotros, con los cruceros que estamos llevando actualmente, cubrimos un 80% de la actividad del puerto. Este año tendremos más 300.000 pasajeros que vendrán a través de cruceros. Eso es algo que beneficia a la economía de la isla, y la recaudación que tiene la APB a través de nuestro trabajo ha aumentado mucho. Con la implantación de la ecotasa los ingresos por los cruceros son también muy importantes.

¿Qué opinión tienen respecto a la aplicación de la ecotasa?

- Nuestra impresión es que todo lo que son impuestos y tasas no le gustan a nadie. Nosotros esperamos que día a día vaya destinándose, lo que representa la recaudación de Ibiza, a las necesidades de la isla y a las necesidades de este puerto. Sabemos que la APB está en fase de comenzar la nueva terminal que esperamos que nos permita atender mucho mejor a la gente, porque no tenemos ningún tipo de instalación y en el futuro que los cruceros vean atendidas todas las necesidades que cubren otros puertos como por ejemplo el de Barcelona que tiene varias terminales de cruceros impresionantes.

¿Tiene espacio para crecer el puerto de Ibiza?

- Espacio siempre hay, lo único que se tiene que ordenar. Lo que no puede ser es que todos los barcos, sean de línea regular, que tiene preferencia, como el resto, se acumulen en el mismo sitio. Puede seguir creciendo por que tenemos por la mañana una aglomeración muy importante. Aunque después a partir de medio día quedan menos barcos en el puerto.