Su actuación era uno de los momentos más esperados de toda la noche y aunque ya les hemos visto en muchas ocasiones, lo cierto es que no nos cansamos de ver a Lady Gaga y Bradley Cooper interpretar Shallow, derrochando complicidad y cariño desde que empiezan a sonar las primer notas.
Y claro, la gala de los Oscars no iba a ser menos. Con un piano en el escenario la música empezó a sonar, entonces el actor cogió a la actriz de la mano y juntos subieron al escenario ante una gran ovación. Con la misma cara que todas las espectadoras, Lady Gaga contemplaba embelesada a su compañero, siendo después ella la que acapararía toda la atención.
Pero el momento más intenso y bonito llegaba cuando los dos juntos se sentaban al piano cantando a la vez mientras sus caras prácticamente se rozaban. Una escena de lo más romántica, en la que incluso parecía que la pareja artística iba a terminar besándose. Sin embargo y a pesar de que la complicidad traspasaba la pantalla no hubo beso.
Y es que desde la primera fila Irina Shayk vigilaba la escena, sentándose durante la gala entre su pareja y la cantante, lo que muchos han considerado como una forma de marcar territorio ahora que la cantante vuelve a estar soltera.
Aunque ni Bradley ni Gaga se llevaron la estatuilla por sus interpretaciones en Ha Nacido una Estrella, sí que lo hizo la aclamada canción, sin poder la cantante evitar las lágrimas al recoger el premio y fundiéndose ambos en un emotivo abrazo.
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