imagen de un momento de la reunión mantenida ayer por la mañana en el CP Can Misses. | Marco Torres

La Asociación de Madres y Padres del CP Can Misses (Amypa) decidió ayer iniciar una serie de movilizaciones que se prolongarán hasta que se «garantice la seguridad de nuestros hijos», señaló ayer Carmen Ortiz, portavoz del colectivo. La primera movilización tendrá lugar el próximo martes, con una plantada de padres y alumnos a las puertas del centro escolar desde las 09,00 hasta las 09,15 horas. «Queremos que se haga un informe donde se diga la realidad que hay. Nuestro miedo es que no sabemos por qué no hay informe y queremos que nos garanticen por escrito la integridad física de nuestros hijos», indicó la portavoz del colectivo.
En una reunión mantenida ayer en el centro escolar con la presencia de la concejala de educación del Ayuntamiento de Eivissa, Irantzu Fernández, y la delegada de Educació en las Pitiüses, Margalida Marí, y la responsable técnica de la empresa pública Ibisec, Neus Marí, los padres reclamaron un «informe exhaustivo» del estado estructural del centro que certifique la seguridad de la comunidad escolar.
Más nervios
En este sentido, los padres indicaron que las responsables políticas «lejos de tranquilizarnos, nos han puesto más nerviosos por la falta de transparencia y de información», indicó Ortiz, que criticó que en ningún momento se ha hecho informe alguno, tal y como se establece en el plan de conservación de centros escolares.
Ante todo esto, la Amypa ha solicitado a la dirección del centro la clausura de otro aula de educación infantil dónde, según técnicos consultados por los padres, el techo no cumple de normativa. Asimismo, la Amypa también criticó que ninguna de las responsables allí presentes se atreviera a firmar un escrito en el que se asegura que se ha estudiado «con el rigor necesario la estructura del edificio».

«Entiendo la intranquilidad de los padres y madres»

La concejala de Educación del Ayuntamiento de Vila, Irantzu Fernández, indicó que a lo largo de toda esta semana se han realizado catas «por todos los lugares donde había la misma posibilidad de estar inseguro» y sólo en el aula donde hubo el desprendimiento (ahora clausurada) se ha encontrado un problema estructural. Aún así, Fernández indicó que el lunes se seguirán haciendo catas con el fin de revisar todo el centro escolar. «Entiendo la intranquilidad de los padres, pero se les ha dicho en varias ocasiones que los niños no corren peligro», indicó la concejala, que apuntó que una vez que se finalice el trabajo de catas y comprobar la afectación del centro se emitirá un informe: «Se tiene que mirar todo en profundidad, no se puede hacer deprisa y corriendo y, una vez que se acabe este trabajo, se emitirá un informe riguroso; supongo que será cuestión de días».