Imagen archivo de María Elena Salcedo, desaparecida en diciembre de 2009. | Redacción Sucesos

Descuartizada. El Grupo de Homicidios de la Jefatura de Palma encontró en la noche de ayer el tronco de María Elena Salcedo Paredes, la mujer boliviana de 53 años de edad que estaba desaparecida en Palma desde finales de noviembre pasado. Al cierre de esta edición los agentes seguían buscando la cabeza y las extremidades de la víctima en una finca de sa Ràpita.
La inmigrante asesinada trabajaba en un bar de Palma y a finales de noviembre dejó de acudir al trabajo. Sus amigos y familiares interpusieron una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía el 1 de diciembre y desde entonces los agentes han realizado ímprobas gestiones para localizar a la sudamericana. Su marido y su hija sufrieron una grave accidente de moto en La Paz, la capital boliviana, recientemente. Sus allegados estaban convencidos de que algo «muy malo» le había ocurrido, porque veían impensable que no se pusiera en contacto con los suyos, sobre todo después del accidente familiar.


Círculo más cercano


Los investigadores se centraron en el círculo más cercano de amistades de la mujer y repararon en un amigo de la víctima, llamado Luis Rodrigo Q.Q., de 43 años, que había mantenido una actitud sospechosa durante la desaparición. Parece ser que se pincharon teléfonos y se llevaron a cabo seguimientos discretos, hasta que ayer el Grupo de Homicidios reunió indicios suficientes para determimar que la sudamericana había sido asesinada.
Los funcionarios procedieron a la detención del presunto asesino, así como de otros implicados como encubridores: Paul Gregory R.C., de 41 años, Norma del Rocío V.S., de 39, María P.C., de 50, y R.C.H., de 37.

Comisión judicial

A última hora de la tarde, ya sin luz, una comisión judicial formada por un forense de Manacor y la Policía científica se desplazó hasta una finca de la urbanización de El Paraíso, en sa Ràpita, donde se encontró, bajo unas piedras, el tronco de la mujer. Ni la cabeza ni las extremidades aparecieron en las inmediaciones. Por este motivo está previsto que hoy por la mañana los funcionarios regresen a la finca y, ya con luz solar, lleven a cabo la búsqueda de los restos de la sudamericana brutalmente asesinada.
La hipótesis que baraja la policía es que Luis Rodrigo abusó o intentó abusar de María Elena. Después, para que nadie supiera lo que había ocurrido, la mató y descuartizó su cuerpo, que trasladó a Sa Ràpita, donde ha permanecido durante todo este tiempo. El caso, sin embargo, no está todavía cerrado y los agentes no descartan más detenciones de personas que sabían qué había ocurrido entre Luis Rodrigo y María Elena y no acudieron a la policía a contarlo. Se trataría, pues, de otros encubridores.