Adrián Rosa, ayer en el campo de fútbol de Sant Miquel. | Irene G.Ruiz

El ibicenco Adrián Rosa es el jugador que más minutos ha disputado esta temporada en el San Rafael con un total de 2.070. Es titular indiscutible y nunca ha sido sustituido. De hecho, sólo se ha perdido un encuentro, el de la decimonovena jornada contra el Esporles (0-0), y por sanción. El central rafeler afirma que él ya sabía del potencial del equipo antes de arrancar el curso y que hay mimbres para disputar el play off.

-¿Qué se siente al ser el jugador con más minutos de la plantilla?
-Ni sabia que era el jugador con más minutos de la plantilla, pero eso quiere decir que en el tema personal estoy trabajando bien y, aunque he cometido errores, el míster siguió confiando en mí y eso me halaga.

-La verdad es que competencia tampoco hay mucha en su puesto.
-Competencia hay. Somos una plantilla de 22 jugadores. Además, Pedro y Víctor pueden jugar de central y muy bien, como demostraron en los partidos que lo hicieron. Eso sí, es cierto que no somos cuatro centrales puros, sino dos, más Toño, al que este año la fortuna no le ha acompañado.

-¿Qué nota se pondría a nivel particular?
-A nivel particular prefiero que opinen de mí y prefiero más críticas que halagos, ya que eso te hace mejorar en lo que estás fallando.

-¿Y al club?
-Al club le pongo un 10, desde el presidente a Toni el utillero. Somos una piña y eso es gracias a que creemos en nosotros. Sí es cierto que hemos tenido un par de baches en enero y lo hemos pagado un poco, pero nos repondremos.

-¿Hace falta otro central para reavivar la competencia?
-Ahora mismo no se puede fichar a nadie por desgracia, pero sí vendría bien tener otro por el tema de las lesiones, las sanciones y las rotaciones. El míster no optó por firmar a nadie en ese puesto porque sabe que tiene gente de garantías. Si no los tuviera, lo habría hecho.
-Cuando fichó por el San Rafael, ¿se imaginaba una temporada así?
-Yo hablé con Mario y le dije que tenía un gran equipo, por lo que, conociendo la Tercera balear, no tendría problemas para quedar entre los ocho primeros. El equipo tiene buenos futbolistas y se está viendo. Ahora, yo estoy en este proyecto y me sumo para intentar estar donde le dije a él. Ya veremos dónde acabamos, ya que la permanencia la tenemos ya en las manos.

-¿Cuál es la clave del éxito y qué papel juega Mario Ormaechea en él?
-Somos una piña. Vamos todos a una y eso es importante. si cada uno hiciéramos la guerra por nuestra cuenta, seguramente a estas alturas no estaríamos con 42 puntos. Con respecto a Mario, creo que lo que ha conseguido en el fútbol pitiuso no tiene nombre y todo gracias a que él tiene fe ciega en los jugadores que dispone en su plantilla y va a muerte con ellos. Además, tiene un carácter ganador que todo el mundo conoce.

-Quedan sólo 14 jornadas y el equipo tiene el 'play off' a tiro. ¿Sueñan con él?
-Yo dije desde un principio que lo primero era la permanencia. El objetivo está cumplido. Cuando queden diez jornadas, depende en qué situación estemos, sabremos a dónde tendremos que mirar. Igualmente, lucharemos todos los partidos para quedar lo más arriba posible.

-¿La posibilidad de acceder al 'play off' depende también de los arbitrajes?
-Depende de nosotros, porque somos los que jugamos. El árbitro te favorece unas veces y te perjudica en otras. Es una persona y comete errores al igual que yo como futbolista.

-¿Piensa que hay una conspiración contra el San Rafael o contra los equipos ibicencos en general?
-Sí que es cierto que el hecho de que haya dos equipos de Eivissa es bonito para nosotros y no tanto para los mallorquines, porque algo mal pueden estar haciendo sin quitarnos mérito ni a nosotros ni a la Peña. Eso sí, yo personalmente me alegro de todo lo bueno que le ocurra al fútbol balear, porque eso nos beneficia a todos.

-¿Seguirá la próxima temporada aquí?
-Pues, a día de hoy, creo que nadie sabe si seguirá aquí. No sé qué tiene pensado el club y, al fin y al cabo, es el que manda, así que habrá que respetar la decisión que tome él o los propios jugadores. Mientras tanto, me debo al San Rafael.