Irene Colomar podría perderse toda la temporada por la misma lesión de rodilla que le llevó al quirófano hace dos años y medio. La karateca del club Samyd se rompió el pasado jueves el ligamento cruzado anterior de su pierna derecha cuando preparaba en Madrid el Campeonato de Balears sénior de karate que se disputó ayer en el pabellón Germans Escalas de Palma.
Irene entrenaba con un compañero cuando recibió una patada baja que le trasladó por unos instantes a una terrible situación vivida años atrás. «Fue igual que la primera vez: un barrido a la pierna y el pie se me quedó enganchado. Sabía perfectamente que era el cruzado», lamenta la karateca del equipo nacional, quien reconoce que su oponente se quedó «echo polvo». «Hay que tener claro que son cosas que pasan», subraya Irene.
La lesión tiene un periodo estimado de recuperación de seis meses y la ibicenca podría perderse las competiciones más importantes del ejercicio. Ya ha sido examinada por dos médicos, que coinciden en el citado diagnóstico. El martes se someterá a una resonancia magnética para corroborar el alcance de su lesión. «Es para salir de dudas y ver cómo está la rodilla por dentro. Después de operar a ver qué pasa», aclara Colomar, cuya reacción inmediata tras el incidente fue de lo más pesimista: «Ahora se ha enfriado un poco y miro desde otra perspectiva. En el primer momento piensas en lo peor. Ya he pasado por esto y quien se ha caído una vez y se ha levantado puede volver a hacerlo».
La rodilla derecha de Irene se ha vuelto a tambalear. En la primera ocasión sufrió además una condropatía, tenía el cartílago dañado, para lo que recibió inyecciones de ácido hialurónico. La campeona de Europa individual y del Mundo por equipos es consciente de que se perderá tres grandes campeonatos (España, Europa, Iberoamericano), aunque espera regresar para el Mundial, en el mes de noviembre. Mientras, guarda reposo junto a su familia antes de volver a Madrid, y lanza un mensaje esperanzador: «Estoy un poco mejor anímicamente. Intento no pensar mucho en ello porque no hay otra posibilidad. Hay que tirar hacia delante».