Un joven residente en Eivissa que no podía acercarse a la que fuera su novia, otra chica que como él estudiaba en Madrid, se enfrenta a una condena de seis meses de prisión y a una pena de arresto domiciliario por vejaciones. La mujer lo denunció por supuestamente insultarla cuando ambos coincidieron en un bar de copas de Vila durante las vacaciones de Semana Santa y cuando ella contaba con una orden de protección judicial.
«Fue muy desagradable se acercó a mí y comenzó a decirme cosas muy fuertes. Me llamó mala persona, puta y follanegros», explicó la víctima en el juicio que se celebró ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa y que hicieron referencia a unos hechos ocurridos ahora hace casi cuatro años.

Chupitos
«Yo no la vi dentro. Fue cuando ella estaba fuera y después de que ella llamara a la policía. Alguien pidió unos chupitos y en ese momento entró la policía», explicó el acusado. Éste proclamó en todo momento su inocencia y dijo que sus propios amigos le advertían del peligro cuando descubrían a la chica en otros locales que ambos frecuentaban.
El suceso se remonta al 13 de abril de 2006 cuando los dos jóvenes transitaban de madrugada por una zona de copas de es Pratet. Seis meses antes un juzgado de Madrid había concedido una orden de protección a la afectada.
La denunciante afirmó que optó por llamar a la policía después de que fuera «rescatada por sus amigos» tras ver entrar a su ex novia en el bar donde estaba ella. «Irrumpió empujando y sus gritos fueron más fuertes que la música», dijo.
El portero del local, sin embargo, indicó que la joven le comunicó la existencia d una orden de maltrato pero que ésta por tres veces le negó que estuviera siendo molestada.