El paraguayo de 39 años de edad G.S.O., acusado por una compatriota por un presunto intento de agresión sexual, quedó ayer en libertad con cargos tras declarar ante la juez Carmen Robles, responsable del Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, informaron ayer fuentes judiciales. G.S.O., a quien la policía ha abierto expediente de expulsión porque su situación migratoria en España es irregular, tiene obligación de firmar en los Juzgados de Eivissa los días 1 y 15 de cada mes.

Ante la juez el denunciado negó la práctica totalidad de lo denunciado por la mujer. Negó haberla desnudado, arrastrado por el suelo, arrancado la ropa o amenazado con tirarla por un barranco. El examen médico de la mujer reveló que la mujer no tenía ni erosiones ni hematomas y tan sólo se detectó una «mínima» lesión cervical. El acusado dijo que la denunciante y él se besaron y que él realizó tocamientos de forma consentida.