Ndiouga S., el residente senegalés que por orden judicial no podía acercarse a su mujer, víctima supuestamente del vudú que el sospechoso practicaba sobre ella, se enfrenta a una condena de diez meses de prisión.

Ésta es la pena que ha pedido para el acusado el fiscal al entender que existen indicios para considerar que cometió un delito de quebrantamiento de condena cuando la policía lo sorprendió a principios de este mes en una acalorada discusión con su esposa en el interior de un coche estacionado en Platja den Bossa. La mujer, con un ataque de ansiedad, tuvo que ser trasladada a Can Misses y ella misma relató a los agentes que estaba atemorizada porque su marido la tenía sometida con prácticas de vudú, magia de la que la afectada dijo ser creyente.

Rito musulmán

Ndiouga S., de 31 años y quien, tras cinco años de relación, contrajo hace poco matrimonio con la perjudicada por el rito musulmán tenía que haberse sentado anteayer en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa. La vista oral, sin embargo, tuvo que suspenderse y fijarse otra fecha por la incomparecencia de la mujer.

El acusado, como ya informó este periódico, salió absuelto el pasado mes de octubre de otro capítulo de maltrato que se le atribuyó. La juez, sin embargo, dictó una sentencia absolutoria después de que la mujer, sin más pruebas de cargo que su testimonio, se acogiera a su derecho a no declarar para no perjudicar a su marido.

Pese a todo, Ndiouga S. contaba ahora con una prohibición expresa de un juez que le impedía cualquier acercamiento o comunicación con se esposa, medida que supuestamente vulneró cuando la policía lo descubrió con su mujer en un coche.