El papa Benedicto XVI autorizó en la década de los años 80, cuando era arzobispo de Múnich y Freising (Alemania), que un cura con antecedentes de pederastia y que había sido expulsado por esta razón del Obispado de la ciudad alemana de Essen, hiciera labor pastoral en la capital bávara.
El portavoz del Arzobispado de Múnich confirmó ayer, en declaraciones a la edición digital del «Süddeutsche Zeitung», que en los años 80 se cometieron «graves errores» y que el traslado del cura pedófilo se hizo «con la autorización del entonces arzobispo (Joseph Ratzinger)».
El sacerdote, que aún sigue en activo en una comunidad de la Alta Baviera, volvió a reincidir en Múnich, según confirmó el arzobispado.
En pleno escándalo, el líder de la Iglesia católica alemana pidió ayer perdón a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes tras reunirse con el Papa Benedicto XVI, y dijo que el Pontífice lo alentó a adoptar medidas para afrontar el problema. El arzobispo Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dijo que está adoptando medidas para asesorar a las víctimas, investigar las acusaciones de abusos y evitar que vuelvan a producirse.
Zollitsch dijo que informó a Benedicto XVI de la situación en Alemania, donde en las últimas semanas surgieron más de 100 denuncias referentes a abusos en instituciones católicas del país, entre ellas una vinculada al prestigioso coro de Ratisbona dirigido por el hermano del Papa entre 1964 y 1994.
«Con gran conmoción, mucho interé, una profunda consternación y tristeza, el Santo Padre tomó nota de lo que yo tenía que decir», afirmó Zollitsch en una rueda de prensa en la que añadió que no trató de manera concreta el caso del coro de Ratisbona.
«Informé al Santo Padre de las medidas que estamos adoptando, y le agradezco que me haya animado para seguir con la adopción de estas medidas de un modo decisivo y valiente», afirmó. «Queremos sacar la verdad a la luz».
Puesto que la Iglesia alemana aún está recolectando la información sobre el número total de casos de abusos, Zollitsch dijo que era prematuro hablar sobre la compensación económica que deberán pagar a las víctimas.