El botín, expuesto por la Guardia Civil.

La Guardia Civil ha desarticulado a una banda de delincuentes que se hacían pasar por trabajadores de la construcción y que desde noviembre de 2009 habían robado en 70 viviendas en Eivissa joyas y objetos por un valor de un millón de euros.

En la «operación Corona» han sido detenidos siete españoles y un marroquí, con edades comprendidas entre los 20 y los 42 años, como presuntos autores de robos en interior de viviendas.

La Guardia Civil de San Antonio de Portmany (Ibiza) inició a mediados del pasado mes de noviembre una investigación a causa de la oleada de robos sufrida en los municipios de San Josep y Sant Antoni.

La banda se organizaba como un grupo jerarquizado, con un cabecilla que llevaba la dirección de los robos, fijaba el día y hora del asalto y después se encargaba de almacenar la mayoría de los efectos robados, su venta y el posterior reparto de beneficios entre los miembros de la organización.

Los ladrones se hacían pasar por trabajadores de la construcción para justificar las herramientas que llevaban en el vehículo y que en realidad eran para forzar las viviendas.

Además, tras los robos se cambiaban de ropa para tener una nueva apariencia.

Según la Guardia Civil, los delincuentes empleaban sofisticado material electrónico como transmisiones, intercomunicadores, prismáticos militares, localizadores, GPS, navegadores y otros similares para localizar y ubicar viviendas aisladas.

En una primera fase fueron detenidos tres miembros de la banda que trataron de cobrar unos cheques por valor de 6.000 euros que sustrajeron en una vivienda.

En un posterior registro domiciliario se intervinieron diversos estupefacientes que podían ser intercambiados por objetos robados, así como medios y utensilios para la manipulación y distribución de la droga.

En una segunda fase fueron detenidos el resto de los componentes de la banda.

La Guardia Civil ha asegurado que se ha conseguido demostrar la participación de los detenidos en más de 70 robos en viviendas en los que podrían haber sustraído objetos por valor de un millón de euros.

La mayor parte de lo robado, sobre todo las joyas, era llevado a la Península para su venta.

En la operación se han recuperado objetos robados por valor de 300.000 euros, entre ellos cerca de un centenar de joyas y diferentes obras de arte.

También se ha encontrado gran cantidad de material electrónico robado a una gran cadena hotelera en el año 2.008.

La Guardia Civil continúa con sus gestiones para localizar tanto a los propietarios de los objetos robados como a las personas que compraron a esta banda conociendo el origen ilícito de lo que adquirían.