«La gente gritaba como en el infierno. Había mucho humo y en aproximadamente dos minutos lo cubrió todo». Así describió el interior del metro, tras los atentados, un testigo que no ha querido identificarse. Además, relató cómo sintió las explosiones mientras estaba en el tren: «En algún sitio del primer o segundo vagón escuché un tremendo ruido. Sentí las vibraciones por todo mi cuerpo».
«Ves que hay muchos policías, un helicóptero en medio del camino, casi como para el guión de una película y piensas que esto puede suceder o no ... pero, por desgracia esto es la realidad». Así describió la situación un periodista del diario Rusia Today, que viajaba en uno de los vagones en los que se registró el atentado suicida. En unas declaraciones recogidas ayer por el diario The New York Times, Pavel Y. Novikov, un electricista ruso de 25 años, narró cómo fue evacuado de la estación de Park Kultury, donde se registró el segundo ataque. «Olía como a caucho quemado. Vi la sangre, vi ropa ensangrentada sobre el suelo ... Era tan desagradable...», declaró.
Volver a nacer
Las cámaras de seguridad del metro mostraron varios cuerpos inmóviles en el suelo y restos de sangre en las paredes de las estaciones. Estas mismas imágenes mostraron como numerosos ciudadanos trataron de auxiliar a las víctimas. «Subía por la escalera mecánica cuando oí un ruido inmerso, como una ráfaga. Una puerta fue arrancada y una nube de polvo subió por toda la escalera mecánica», declaró Alexei. «La gente comenzó a correr, a empujarse, cayendo los unos sobre los otros», describió con la voz entrecortada mientras narraba la tragedia.
Una catalana, Sílvia Vilaró, que trabaja en la embajada española en Moscú fue sorprendida por uno de los atentados. «Iba al trabajo en el metro. A las ocho menos cuarto, he llegado a la estación de Lubianka. He hecho el cambio de línea. Y diez minutos después ha habido el atentado. Realmente, he vuelto a nacer», aseguró en una entrevista en El món de RAC 1.