En el mes de mayo de 2009 el Consell denunció ante la Conselleria de Medi Ambient que la empresa que realizó la demolición de la casa Cretu (Erri Berri S. L.) podría haber enterrado residuos peligrosos en la montaña como material de relleno. Los agentes medioambientales acudieron a realizar catas y desde entonces el Ayuntamiento de Sant Antoni espera una respuesta sobre estas pruebas y un permiso de Medi Ambient para poder cerrar el expediente.

Sin embargo, desde la Conselleria balear de Medi Ambient aseguraron ayer que el expediente está cerrado desde hace meses. En la dirección general de Residus tienen un informe en el que se da por concluida la investigación al no apreciar residuos peligrosos en el monte de Santa Agnès donde antes estaba situada la casa Cretu.

En el informe se explica que la investigación se abrió en mayo de 2009 a raíz de una denuncia del Consell por sospechas de que se podían haber enterrado materiales peligrosos derivados del derribo. Los agentes medioambientales se personaron en la zona y realizaron una serie de catas. El resultado final, según Medi Ambient, es que no había residuos peligrosos y sólo residuos inertes, que sí son aptos. Además, todo había sido recubierto con tierra vegetal y reforestado, con lo que Medi Ambient le dio su visto bueno. Desde la Conselleria también remarcan que la empresa había presentado un estudio de gestión de residuos que afirmaba que los materiales peligrosos, como por ejemplo fluorescentes, se llevaríana un gestor autorizado.

El teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, se enteró ayer por este periódico de la existencia del informe e indicó que lo solicitará a la Conselleria para ver si pueden cerrar definitivamente el expediente y pagar el coste entero de la demolición a la empresa Erri Berri, que asciende a 346.653 euros. El Consistorio había retenido una parte del importe que le tenía que pagar por si había que retirar residuos peligrosos.

«Ilógico»

«Siempre habíamos pensado que ese material se tenía que quedar allí porque era ilógico trasladarlo, por eso ahora tenemos que ver si el informe nos sirve para cerrar el expediente», indicó Pantaleoni.

El Ayuntamiento de Sant Antoni tuvo que realizar hace unos meses una segunda reforestación de la zona porque la priemra, que hizo la empresa, fue en verano y muchos árboles murieron. Esta segunda reforestación se hizo con plantas y árboles cedidos por Ibanat y a cargo de las brigadas contratadas por el SOIB.