La UD Ibiza-Eivissa parece tener las horas contadas. A día de ayer no había absolutamente ninguna candidatura a la presidencia del club y el plazo termina hoy, por lo que las posibilidades de que la entidad rojilla se extinga son bastante sólidas.
A las 20,00 horas concluye el periodo de presentación de candidaturas. Ibon Begoña, responsable electoral, no ha recibido absolutamente ninguna, según afirmó anoche Andoni Valencia, presidente de la junta gestora: «He hablado hace poco con él y no hay nada». «A las 20,00 horas cerrará el plazo y nos informará sobre si hay candidaturas o no. Conforme a eso, informaremos a todo el mundo de lo que pasará», explicó Valencia.
El presidente de la junta gestora, de todas formas, es sabedor de que las posibilidades de que se presente alguien como salvador del club son remotas: «Está claro que no va a haber un presidente». Así las cosas, la junta gestora se encargaría de «proceder a la disoclución del club». No en vano, es lo que, según Valencia, se especifica «en los propios estatutos», que hablan de «plazos» y siguen «una normativa».
La decadencia de la UD Ibiza-Eivissa comenzó en la temporada 2008-09, con Pedro Ortega al frente del club. El club no supo hacer frente al presupuesto que manejó a principios de dicho curso y el caos no tardó en aparecer, más aún cuando los resultados no acompañaban. Varios jugadores se marcharon y el equipo certificó su descenso a Tercera División.
Inversores
Entonces, Ortega presentó a un grupo inversor italiano, con Antonio Stina a la cabeza, como salvador del club. Poco después se pudo comprobar que los transalpinos tampoco tenían el capital necesario para sanear el club y el impago a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) provocó que el primer equipo descendiera no a Tercera, sino a Regional en cuestión de días.
En las últimas fechas, Emanuele Mafezzoni se convirtió en la gran esperanza de la UD Ibiza-Eivissa, pero, al igual que con Stina, el club siguió endeudado. Hoy, la historia de la entidad rojilla podría llegar a su punto y final.