El pívot español Pau Gasol, jugador de Los Angeles Lakers, durante una entrevista con Efe en el Toyota Center de El Segundo (California). | Efe

Pau Gasol llegó a los Lakers en febrero de 2008 y desde entonces los californianos se han abonado a la Final de la NBA. Los vigentes campeones ahora pueden devolvérsela a su verdugo de hace dos temporadas, pero el español avisa: «No hay que obcecarse en la venganza. Sólo en ganar».

El rival: Boston Celtics. La franquicia más laureada de la historia de la NBA, con 17 títulos. El equipo que humilló a los angelinos en el sexto partido de la serie final de 2008, con una derrota estremecedora (131-92), por 39 puntos de diferencia.

La marea verde se presenta en Los Angeles con las mismas referencias que entonces: Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen. A los que hay que sumar la explosión de Rajon Rondo y el poderío interior de Kendrick Perkins, Glen Davis o Rasheed Wallace.

El jueves, a las 18.00 hora local, comienza el mayor espectáculo que puede ofrecer la NBA.

- ¿Quién le iba a decir esto hace dos años y medio cuando aterrizó en Los Angeles?

-Me siento muy bien, muy afortunado de haber disfrutado lo que he conseguido hasta ahora, pero a la vez con ganas de seguir consiguiendo títulos y haciendo historia. Estoy escribiendo el presente y aprovechando las oportunidades.

-Ganar un segundo anillo consecutivo, ¿es el mayor reto de su carrera hasta ahora?

-No sé si el mayor reto. Siempre el mayor reto que tengo es el que se presenta ante mí inmediatamente. Cuando he jugado otros campeonatos o finales, fueron entonces el mayor reto. Ahora, sin duda, es éste. Así es como lo manejo.

-¿Hay ánimo de venganza? ¿Sigue escociendo aquella forma de caer en la Final de 2008?

-Un poquito sí. Yo al menos recuerdo mucho cómo perdimos aquella final, lo dura que fue y lo que dolió después. Si somos capaces de ganar ahora, sabrá muy bien.

-Justo después de aquel partido dijo que la plantilla no debía olvidar aquel sentimiento de frustración que les invadía por entonces. ¿Sigue clavada esa espina?

-Esa espina siempre quedará ahí clavada. Es algo que va bien que se quede ahí y que duela, porque al final quieres poder reaccionar y que te sirva como motivación para resarcirte en una oportunidad como ésta.

-¿Qué es lo que más preocupa de Boston?

-Su veteranía, su experiencia, sus jugadores... Lo bien que juegan ahora mismo. Son varios factores.

-¿Existe ese famoso odio a Boston?

-No dije que hubiera odio. Empleé la palabra «anger» (rabia en español). Esa rabia, ese dolor que sufrimos en nuestras carnes por lo ocurrido en 2008, lo llevamos encima el año pasado y este año tenemos ante nosotros una oportunidad única para resarcirnos y ganar el campeonato. Pero tampoco hay que obcecarse en la venganza. Sólo en ganar. Da igual quien haya enfrente. La concentración debe ser ganar el campeonato. Y luego seguro que sabrá de maravilla.

-¿Está preparado para la dureza de los Celtics?

-Sí, pero no es que esté preparado, es que tengo mucho ganas. Muchas ganas de jugar, de competir y de luchar cada partido para acercarnos a la meta.

-Kobe Bryant está a un nivel increíble, cuando hace unas semanas sólo se hablaba de sus molestias en el dedo y en la rodilla. ¿Qué ha pasado?

-Ha podido recuperarse muy bien de la rodilla, sobre todo. Arrastraba molestias y jugó muy mermado frente a Oklahoma City, pero a partir del tercer o el cuarto partido contra Utah dio un salto de calidad y de producción altísimo. Y lo ha mantenido muy alto. Contra Phoenix estuvo inconmensurable y dominante. Está muy centrado, quiere otro campeonato y eso es lo fundamental.

-Andrew Bynum no jugó por lesión la Final contra Boston de 2008. ¿Qué se espera de él a pesar de sus molestias en la rodilla derecha?

-Es importante. No sabemos cuánto podrá jugar, ni lo bien que estará. Pero es una Final y la ilusión que tiene, como la que tenemos los demás, es grande. Es un pívot fuerte que aporta presencia y mucha efectividad.

-Pero sin duda la gran diferencia en su equipo respecto a aquella cita es la presencia de Ron Artest.

-Espero que influya de manera positiva. Defensivamente es muy bueno y nos viene muy bien para frenar a Pierce, su máximo anotador. Es la primera Final para Ron. A ver si controla esa emoción y esas ganas de jugar. La primera vez siempre hay tensión y nervios, pero debe estar centrado y lo está. Sólo falta jugar.

-El banquillo vuelve a presentarse como la gran incógnita.

-Phil Jackson les ha dicho que jueguen juntos, con energía, agresividad y que traten de ser productivos. El banquillo no disfruta de muchos minutos y no saben cuándo van a salir. No hay una rotación establecida, pero deben intentar sumar y en los partidos que han jugado bien, lo hemos notado como equipo.

-¿Cómo llega de fuerzas? En Phoenix se le pudo ver cansado.

-Fue una serie que desgastó bastante a determinados jugadores que debíamos estar muy activos en muchas situaciones, sacrificando aspectos de nuestro juego. Pero no acabé muy cansado. Fue duro y demandó mucha energía, pero jugué una buena serie, con cuatro partidos muy sólidos y dos no del todo efectivo, pero lo suficiente para ayudar al equipo a ganar.

-¿Qué importancia le da a la ventaja de campo?

-Es un plus. Jugar en casa nos viene bien y ayuda si eres capaz de empezar ganando. Queremos establecer esa ventaja y golpear primero. Si somos capaces de viajar a Boston con 2-0 sería importante.

-Han visitado pabellones con una tremenda presión ambiental. ¿No da rabia que ese ambiente no sea tal en el Staples Center?

-Tenemos mucha suerte de tener una afición como la nuestra. Es constante durante todo el año. Hay pabellones que sólo se ponen así en los «playoffs». Pero en casa se cuelga el no hay billetes a cada partido. Es una gran suerte y un privilegio. Me encanta jugar con el pabellón lleno siempre, y eso no se ve en la mayoría de los sitios. Tal vez no esté hecho para que se escuche más el ruido y no hay tanta presión, pero no me quejo; la afición es fiel y lo va a dar todo, como la gente de Boston.

-Cambio de tercio. El martes anunció de forma oficial su ausencia en la selección española para el Mundial de Turquía. ¿Por qué en este momento?

-Para mí ha sido duro que durante la temporada, casi día sí y día también, me preguntasen por el tema. Y yo muchas veces echando balones fuera... Llega un punto que no era necesario alargar más el tema. Llego a la Final con una carga y un desgaste que se suponen. La decisión ya estaba tomada y se la comuniqué al presidente de la Federación y al seleccionador antes de anunciarlo.

-¿En esa decisión han tenido que ver los Lakers?

-El club siempre quiere que descanses y que no te pongas en una posición de riesgo. Pero los que deciden realmente y aportan la información importante son los médicos y tú mismo.

-Muchos hablan de Fran Vázquez como su sustituto.

-Si Sergio Scariolo decide que vaya él, aportará cosas positivas al equipo. Es atlético y hará un buen trabajo con el grupo que hay, que es un lujo. Prácticamente cualquiera jugaría bien con los jugadores que tenemos.

-En los Lakers puede haber muchos cambios el año que viene. No sólo Phil Jackson acaba contrato, también muchos compañeros suyos. ¿Se habla de la situación?

-Ahora mismo, nada. Lo que importa es ganar la Final. El año que viene, Dios dirá.

-¿Ve alguna posibilidad remota de compartir vestuario con Marc Gasol en los Lakers?

-No sé. Me gustaría, pero no sé si esa posibilidad existe. Le queda un año de contrato y si la temporada que viene va igual que en ésta, o incluso mejor, como yo lo creo, tendrá opción de aspirar a un contrato importante. Aquí en los Lakers hay contratos importantes y no hay espacio para otros. Sería complicado, pero ojalá, porque es un pedazo de jugador, obviando que es mi hermano. Y está en una progresión muy buena.

-El presidente de EEUU, Barack Obama, pronosticó que ustedes serían los campeones.

-Bueno, también dijo que Kansas ganaría la NCAA y ya ves... Pero ojalá que tenga razón y ganemos. Es mi predicción también, pero hay que jugar antes. Boston va a ser una batalla a todos los niveles y no van a regalar nada.