B. ROSELLÓ

Los controladores aéreos del aeropuerto de Eivissa han comprobado que el nuevo sistema de aproximación radar, que se presta desde el centro de control de Palma, desde el pasado 3 de junio «es peor de lo que pensábamos, todo lo que eran sospechas, ahora son realidades», denunciaron desde el colectivo.

Y es que, con este nuevo sistema, los aviones llegan a la Islas cruzando todo el territorio ibicenco, en lugar de entrar, como se hacía hasta el 3 de junio, por Platja d'en Bossa. «Parten la Isla y la sobrevuelan a altitudes muy bajas sin necesidad», señalaron.

Esta nueva modalidad de trabajo, según los mismos controladores aéreos, supone «incrementar las molestias por ruido de los ciudadanos, ya que vuelan a 2.500 pies, unos 800 metros, y es la consecuencia más grave». En esta línea, los controladores alertan que, desde el centro de control de Palma, «hacen lo que quieren y a nuestras espaldas». Además, alertan que si la problemática ya empieza a dejarse notar durante el mes de junio, todo irá en aumento durante los meses de julio y agosto, cuando se registran hasta 500 movimientos diarios mientras que ahora se contabilizan unos 200.

Asimismo, informaron que en el momento que haya diferentes aviones esperando para aterrizar deberán sobrevolar ses Illetes, a diferencia de antes, cuando esperaban en otro lugar fuera del ámbito terrestre.

Problemas operativos

Otra de las consecuencias de este cambio en la operatividad en la torre de control del aeropuerto de Eivissa es la demora en la llegada y salida de los aviones. «Ya se ha producido una ralentización en el tráfico y todo va mucho más lento. Nosotros no pintamos nada si hay ruidos o retrasos», indicaron los controladores de Eivissa, que apuntan que entre sus funciones no tienen capacidad para modificar determinadas operaciones ya que ahora son gestionadas por personas de AENA.