La celebración de la festividad de Sant Ciriac se convirtió ayer en una lucha de coronas, de lugares privilegiados y homenajes alternativos. El más beneficiado, sin duda alguna, Guillem de Montgrí, que apostado en la plaça del Ayuntamiento descansó ayer con tres coronas que le rendían tributo. O no.

Y es que a la corona institucional depositada, como cada año, por el presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa, ayer se le sumaron otras dos. La ya, también, tradicional de los miembros de ERC y otra más. Ésta última, novedosa: hecha con algas (perdón, con la planta posidonia oceánica) y con un rótulo: «De las generaciones futuras, macropuerto no». La depositaron una veintena de personas, entre ellas Marià Marí, Neus Prats o Joan Carles Parlem, todos ellos reconocidos miembros del GEN, con camisetas donde se podía interpretar su rechazo absoluto hacia el proyecto de ampliación del puerto de Eivissa.

Éstos, los portadores del lema 'de las matanzas del cerdo, sobradas; de la matanza del puerto, chorizos', se ganaron el protagonismo con sudor. Permanecieron a la salida de la misa de la Catedral, en la procesión, en la ofrenda floral y, finalmente, en los discursos. Además, demostraron que ya tienen experiencia, que saben cuál es el lugar adecudado para salir en la fotografía adecuada y saben como hacer temblar a más de uno. Como le sucedió a la jefa de protocolo del Consell, que cuando vio la corona de algas (perdón, de posidonia), se aceleró para retirarla, dejarla a un lado y esconderla. Aún así, el esfuerzo que hizo de poco sirvió, porque los de la protesta, siempre silenciosa, seguían compartiendo fotografía con todas las autoridades. Con esta situación, algunos asistentes miraban desconcertados al grupo reivindicativo: «Siempre hay gente que lo estropea», apostillaba una señora de edad. Y eso que no montaron ningún cirio. Nunca mejor dicho.

Del resto, nada a destacar. El calor propio de un día de agosto, las autoridades y el resto de los mortales sudando la gota gorda y el claustro del Ayuntamiento, de nuevo, convertido en un horno. Y para más inri, sin sillas para poder aposentarse y dar una tregua a la solana infernal del exterior. Presencias institucionales, muchas. A resaltar, el primer acto de la futura alcaldable de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, con su pareja, el que es actualmente presidente de la Cambra de Comerç, Vicente Torres. Ausencias, otras tantas: el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí 'Carraca' y varios consellers como Albert Prats o Mario Avellaneda, entre otros