El centro penitenciario de Palma ha abierto una investigación para aclarar el caso de un preso, vecino de Formentera, que está en coma en Son Dureta tras ser localizado en uno de los módulos con un fuerte golpe en la cabeza. Los investigadores barajan dos hipótesis: que fuera agredido por otro -o varios- internos, o que se cayera durante las tareas de limpieza.

El pasado sábado la víctima, un presidiario argentino llamado Claudio H.M. de 25 años de edad, detenido por un atraco en la Pitiusa menor, apareció sin sentido en uno de los módulos, donde precisamente se estaban llevando a cabo tareas de limpieza.

Crítico

El convicto se encontraba en estado muy grave, pero en ese momento nadie supo explicar qué le había ocurrido. Presentaba una contusión muy fuerte en la cabeza y los servicios sanitarios de prisión fueron los primeros en atenderle. Después, cuando se confirmó que su estado era crítico, fue evacuado en ambulancia hasta Son Dureta, donde ingresó en estado de coma. Ayer, Claudio H.M. seguía en estado gravísimo, en la UCI, y no había experimentado mejoría alguna.

Desde el centro penitenciario no se ha facilitado ninguna información sobre lo ocurrido, pero este diario ha podido saber que el director, Manuel Avilés, ha encargado a uno de sus subdirectores una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido. Las autoridades penitenciarias han tomado declaración a numerosos presos, para saber si alguien vio cómo Claudio era atacado, y también se están revisando las cintas de seguridad de algunos módulos, para saber quién entró o salió de esos recintos el sábado, cuando se produjeron los hechos.

De momento, la investigación sigue abierta y el resultado será entregado en el juzgado de guardia. Después, casi con seguridad, la Policía Judicial será la encargada de aclarar lo ocurrido.

El preso en coma fue detenido por un atraco en verano de 2009 a una tienda de souvenir de Formentera, junto con un compinche, y el fiscal pidió para él y su acólito cinco años de cárcel. La pareja reconoció que había cometido el delito, pero al parecer se justificaron por su dependencia de las sustancias estupefacientes.