El conseller de Medi Ambient recorrió las instalaciones en compañía de los responsables del Consell de Formentera. | Guillermo Romaní

El conseller de Medi Ambient del Govern Balear, Gabriel Vicens, visitó ayer las instalaciones de la planta desalinizadora de agua marina de Ca Marí y la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Sant Francesc, EDAR, en compañía del presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer y su homóloga en la Pitiusa Menor, Silvia Tur.
Vicens destacó que en la desalinizadora de Ca Marí ya han comenzado las obras de mejora de las instalaciones con un importe de 139.200 euros que sufragará su conselleria. El plazo de ejecución es de tres meses, es decir que deben culminar antes de Navidad, y consisten en la insonorización del edificio de proceso mediante la instalación de ventilación forzada que permitirá que la planta trabaje durante todo el año con las puertas cerradas, la insonorización de la sala de bombeo de agua, junto al depósito regulador, mediante la instalación de ventilación forzada y modificadores de frecuencia.
Inmediatamente
Paralelamente, y se trata de obras independientes que se acometerán de forma inmediata, se asfaltará de nuevo la zona de carga de camiones cisterna en el recinto de la desalinizadora junto al depósito de 500m3 que se utiliza a tal fin, se renovarán 25 de los 60 tubos de presión para los bastidores de ósmosis inversa, se colocarán dos nuevos motores de captación de agua del mar y se aportarán los elementos esenciales para el bombeo de alta presión para reducir el tiempo de espera en caso de averías.
Pese a todas estas mejoras, Vicens reconoció que la planta comenzó a funcionar en 1995 aunque se inauguró en 1996, en 2002 se amplió y duplicó la línea de producción pasando de 2.000m3 diarios a 4.000m3 nominales, pero «durante estos 15 años no se ha efectuado la sustitución de todas las membranas y evidentemente la calidad del agua se resiente y por tanto es necesario hacer una inversión mucho más importante, ya existe un anteproyecto y ya se está comenzando la tramitación para sacar adelante la remodelación de la planta casi hacer una desalinizadora nueva».
Vicens dijo que las actuaciones que se estaban presentando actualmente eran para resolver problemas concretos como los ruidos y mejorar algunos aspectos, pero que de cara al futuro y con una inversión prevista de 2,5 millones de euros, sin ampliar la capacidad de producción, en lo que se ganará es en la calidad del agua que se produzca. Se pretende volver a los parámetros de los inicios de la planta».

La producción de agua en sus valores máximos
El Jefe de Producción de la desalinizadora de Ca Marí, José María Novoa, señaló dos aspectos destacados en cuanto a la producción y el consumo de agua en Formentera en los últimos veranos. Señaló que en el período del 15 de junio al 31 de agosto de 2009, la producción creció un 15% respecto a 2008, pero incluso este año 2010, la producción ha seguido subiendo, aunque en menor medida, un 5%. Esta cifra es muy significativa por cuanto es un ejemplo perfecto de la población que hay en la isla en determinados momentos y así, Novoa señaló además que en los primeros días de agosto se produjo un hecho insólito y es que durante cinco días se creó una meseta de producción situada entre los 3.800 y los 4.000m3 diarios. «Es normal tener diversos picos de máxima producción en estas épocas pero lo que no había pasado antes es que esos picos se mantuvieran en sus máximos durante cinco días».

615.000 euros para mejorar el tratamiento de las aguas
Vicens dijo que en el caso de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Sant Francesc, cuya inversión es de 615.000 euros, ya está concedida a licencia de obras y cuenta con el acuerdo favorable de la Comissió de Medi Ambient de les Illes Balears por lo que Abaqua ya puede licitar el proyecto y en principio los trabajos deberían iniciarse en octubre y su plazo de ejecución será de 4 meses.
Las mejoras, que deben estar concluidas antes de Semana Santa se centran en la «sustitución y remodelación del sistema de pretratamiento de la EDAR que es el que dio más problemas el pasado verano -dijo el conseller de Medi Ambient-, aumentando su capacidad e incorporando sistemas que garanticen el buen funcionamiento en situaciones excepcionales como lluvias intensas o averías y nos permitirá solucionar de una vez por todas el tema de los pretratamientos».
Por todo ello se instalará una nueva cámara de llegada de las impulsiones de aguas residuales, se aumentará la capacidad hidráulica puntual del tamizado con dos nuevos tamices rotativos automáticos que se verán reforzados por dos tamices aliviadores de tempestades para hacer frente a lluvias excepcionales, se desdoblará la conducción entre los reactores biológicos y los decantadores. La EDAR contará, además, según Vicens, con nuevos sistemas de recirculación y purgado de lodos, sistemas de aviso telefónico de alarmas.