Tarrés y Costa, acompañados por varios vecinos, frente al antiguo economato. | Marco Torres

La antigua cantina de la Comandancia Militar se convertirá en un centro cultural de exposiciones permanente, según anunciaron ayer el presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, y el Ayuntamiento de Vila, Lurdes Costa.
El proyecto incluye la rehabilitación del edificio de 140 metros cuadrados y crear un restaurante abierto todo el año, que funcionará como centro de exposiciones permanente de la Fundación Estudis x Eivissa. Asimismo, se mejorará la zona verde, adyacente a la construcción y que tiene unos 300 metros cuadrados, con el objetivo de acoger al aire libre esculturas de gran tamaño.
Esta actuación, que permitirá mejorar y poner en valor un espacio urbano así como dinamizar la zona, según apuntaron los responsables políticos, también engloba la creación de un parque infantil de unos 60 metros cuadrados.
El presupuesto de esta iniciativa es de 208.900 euros a los que se les suma otros 30.000 euros aportados por el Ayuntamiento de Vila para la creación del parque infantil y la adquisición de mobiliario urbano, según señaló Costa.
Las obras empezarán antes de finalizar el año y se prevé que en unos seis meses se pueda tener lista y finalizada esta actuación.
Con el fin de optimizar la gestión y el mantenimiento de esta nueva infraestructura, el Consell d'Eivissa prevé externalizar su gestión. Aún así, la dirección artística de este nuevo Centro Cultural estará dirigida por la Fundación Estudis x Eivissa.
A la presentación estuvieron también presentes el conseller de Cultura, Marià Torres, así como varios integrantes de la asociación de Vecinos de Puig des Molins. Estos últimos mostraron ayer su satisfacción por la mejora que esto supondrá para el barrio y la dinamización del mismo.

Un espacio incluido en la compra de sa Coma y es Polvorí
El presidente del Consell d'Eivissa, Xico Tarrés, destacó ayer que esta infraestructura fue adquirida junto a otros mediante el convenio de colaboración que se formalizó con el Ministerio de Defensa. De esta forma, la antigua cantina estaba acompañada de sa Coma, es Polvorí y el edificio y espacios asociados a la Comandancia Militar. «Cuando lo vimos mostramos nuestro deseo de incluirlo también ya que sabíamos que en el futuro se podría hacer algo. Aún así desde el Ministerio nos indicaron que no se podría hacer gran cosa», explicó ayer Tarrés, tras explicar el destino final de la edificación. Además, el presidente de la máxima institución indicó que una vez que descartada la idea de instalar una cafetería dentro de la Comandancia Militar, por motivos arquitectónicos, la antigua cantina sí dará servicio a los futuros trabajadores de esta edificación. Asimismo, Lurdes Costa destacó que la ubicación es un lugar de entrada y salida de los barrios de es Soto y Puig des Molins.