Zapatero interviene en la cumbre de la ONU para analizar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. | JUSTIN LANE

El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, abogó ayer en la ONU por instaurar una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para luchar contra el hambre y la miseria, y se comprometió a defender esta medida en todos los foros internacionales, desde la UE hasta el G20. Zapatero intervino en la cumbre organizada por Naciones Unidas para revisar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), donde pidió a todos los países que mantengan sus esfuerzos a pesar de la crisis y garantizó que el «frenazo» de la ayuda española será «temporal».

Pero, convencido de que no basta con los esfuerzos nacionales, consideró «bastante sensato, justo y lógico» que los países que en la reciente crisis han salido al rescate del sistema financiero pidan ahora «un mínimo esfuerzo» de colaboración a ese sistema para sacar de la miseria y la pobreza extrema a millones de seres humanos. Su discurso fue coincidente con el del presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien instó a no esperar y se comprometió a trabajar por esa tasa cuando asuma el año próximo la presidencia del G-8 y del G-20.

«Hay que instaurar una tasa sobre las transacciones financieras internacionales destinada a cumplir los Objetivos del Milenio y mi Gobierno se compromete a defenderlo, a llevarlo a la práctica y a aplicarlo en todos los foros internacionales», aseveró Zapatero haciéndose eco también de las peticiones de ONG que han abogado durante años por estas fuentes innovadoras de financiación.

Tasa aérea

Al margen de la tasa sobre las transacciones financieras, fuentes del Gobierno español se mostraron también a favor de una tasa voluntaria sobre los billetes aéreos para recaudar fondos para el desarrollo, iniciativa que ya funciona en países como Francia con un euro en el caso de los vuelos nacionales y dos en los internacionales.

No obstante, desde el Ejecutivo se precisó después que no se contempla promover ese tipo de tasas en España, que descartó en su día los «impuestos solidarios» y apostó por continuar financiando la ayuda al desarrollo a través de los presupuestos generales del Estado.