El desertor de Al Qaeda Jabr al Faifi, antiguo preso de la prisión militar estadounidense de la bahía cubana de Guantánamo, fue la fuente que permitió desarticular la semana pasada el complot terrorista contra EEUU orquestado a través del envío de paquetes bomba en aviones de mercancía, según fuentes oficiales británicas.

Al Faifi se entregó a las autoridades de Arabia Saudí hace dos semanas, momento tras el cual habría confesado los planes terroristas de Al Qaeda en la Península Arábiga.

Fuentes norteamericanas han indicado que la alerta que permitió frenar el complot, aparentemente dirigido contra la comunidad judía en Chicago, había procedido de Arabia Saudí, al tiempo que, desde Washington, se dirigen las principales sospechas de los atentados frustrados a Ibrahim Hassan al Asiri, el máximo responsable de la fabricación de bombas de la red yemení de Al Qaeda.