Una jornada de total normalidad salvo por las concentraciones que, convocadas por los sindicatos y secundadas por algunos ciudadanos, convivían en el paseo de Vara de Rey con los comercios abiertos y la actividad rutinaria. Ésa era la sensación que se extraía ayer, 29-S, al pasear por las calles de Eivissa.
La mayoría de los ciudadanos encuestados coincidía en que «esta protesta llega tarde y poco va a solucionar». Aseguraban que el momento idóneo hubiera sido cuando comenzaron los primeros síntomas de la crisis y cuando empezaron a aumentar las cifras de desempleados en el país, «porque ahora ya está todo hecho», comentaban con tono derrotista algunos.
«Yo mi opinión la daré en las urnas, cuando lleguen las elecciones», anunciaban otros, quizás los más revanchistas pero convencidos de que su opción será mucho más efectiva.
En cuanto a si la 'plaza' de Eivissa es más difícil para convocar que otras, la mayoría coincidía en que sí, pero añadiendo que los autónomos pierden mucho en una jornada de huelga, por no hablar de los asalariados y del descuento al que se tendrán que enfrentar a primeros de octubre, cuando les llegue la nómina.