Además de conseguir la licencia de forma irregular, los promotores habían construido más de lo permitido.

El Ayuntamiento de Sant Josep inició ayer la revisión de la licencia de una casa de más de 800 metros cuadrados en Cala d'Hort en la que se habían construido varios cuerpos diferentes con apariencia de alojamientos. El Consell obligó en noviembre al Consistorio a anular este permiso, otorgado por el Ayuntamiento en agosto de 2007, por considerar que se había reformado una antigua païssa de forma irregular para convertirla en un conjunto de construcciones con un volumen «muy importante».
El Ayuntamiento de Sant Josep ha realizado ahora un informe jurídico y otro técnico y ha constatado que la casa se amplió de forma irregular. Por ello se ha iniciado la revisión de la licencia y se suspenderán sus efectos, lo que implica la paralización de las obras. De este modo, se enviará el expediente al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo que es el que tiene que determinar la revisión.
Documentos falsos
El concejal de Urbanisme, Josep Antoni Prats, explicó que ellos otorgaron una licencia para reforma y ampliación de una casa existente. El problema es que la documentación que aportaron los promotores para conseguir el permiso no era correcto. «Decían que había una vivienda existente y la cartografiaban, pero luego hemos comprobado por fotografías aéreas que esta vivienda no existía como tal, sino que era una païssa en estado ruinoso», remarcó Prats, que indicó que descubrieron el engaño a raíz de una denuncia del GEN, lo que motivó una inspección y la paralización de las obras. Posteriormente, el Consell les instó a anular la licencia.
La vivienda que se está construyendo tiene más de 800 m2 y los promotores también habían presentado errores en los cómputos para no superar el volumen máximo de 1.500 metros cúbicos.
La conclusión del Consistorio es que las obras no se ajustan a a la licencia que se concedió y que el proyecto en base al cual se autorizó la licencia contiene «información no veraz». Aunque el Consell mantenía que se estaban construyendo diferentes alojamientos para un posible uso turístico, Prats indicó que es algo que no se puede demostrar.

«Los promotores tienen una parte importante de la responsabilidad»

El Ayuntamiento concedió una licencia de ampliación y reforma mediante la cual se levantó la edificación, por lo que ahora los promotores pueden reclamar una indemnización. Sin embargo, Prats entiende que fueron los promotores los que aportaron datos que no se ajustan a la realidad. «Ahora no es momento de valorar esta cuestión, eso será cuando el Juzgado resuelva», dijo el concejal, que supone que los promotores intentarán defender su postura aunque considera que «tienen una parte importante de la responsabilidad». «Seguro que recurrirán y será un proceso que llevará un tiempo», añadió el regidor. El Consistorio dio la licencia en agosto de 2007, justo después de que entrara el equipo de gobierno progresista.