Usuarios y amigos de las asociaciones de discapacitados junto a José Sala, Pepita Costa y Lidia Prats, en la inauguración.

Sant Antoni cuenta desde ayer con unas nuevas instalaciones para que las personas con discapacidad que necesitan recibir tratamiento no tengan que desplazarse a la ciudad de Eivissa.
Se trata de una nueva aula totalmente equipada que está abierta a todas las asociaciones de la isla y a la que también trasladarán los talleres municipales para discapacitados que ofrece el Consistorio desde 2005, y que se desarrollaban en otro local que «se había quedado pequeño», según explicó la concejala de Participación, Lidia Prats.
«Por las mañanas hay talleres para personas con discapacidad que han salido del sistema escolar, para que hagan lectoescritura o informática, y uno muy importante que se lleva a cabo en el hostal Florencio y donde aprenden sobre las habilidades de la vida cotidiana, como hacer la cama, limpiar o hacer una tortilla francesa», indicó la edil.
Asimismo, Prats aseguró que las instalaciones se ceden a las asociaciones de discapacitados por las tardes, «para que desplacen sus profesionales a fin de realizar sesiones de logopedia, psicología o psicomotricidad, para que los niños no tengan que desplazarse». «Bastante duro es para un niño tener dos o tres horas de terapia a la semana como para que tenga que irse a Eivissa, esperar a que sus padres aparquen, recibir la terapia y volver. Pierden toda la tarde», remarcó la concejala.
Prats explicó también que los talleres se realizan no sólo por la aportación del Ayuntamiento sino también con la donación de la iniciativa 'La Ruta Solidaria', que cada año propone a los vecinos realizar una excursión a pie, esponsorizada, para recaudar fondos.
Por último, durante la inauguración, la Asociación Retro donó siete mil euros a las agrupaciones de personas con discapacidad Los Olvidados y Disparate. Un aporte de dinero que surgió de la recaudación de la fiesta 'La noche retro' celebrada el pasado sábado.