El encuentro entre Fran y Eugenia protagoniza la portada de la revista Hola. | Fuente: Hola!

Tras ocho años de desencuentros y una hija en común, Francisco Rivera Ordóñez y Eugenia Martínez de Irujo volvieron a encontrarse en el camino de El Rocío. La pareja quedó en el típico puente Ajoli, recoge '`Hola!', donde se saludaron con un beso en la mejilla e hicieron el camino juntos, un hito ya que durante su época de noviazgo e incluso de matrimonio nunca compartieron esta peregrinación.

Y como el camino une, la hija menor de la duquesa de Alba que como dicta la tradición vestía falda de volantes y flor en el pelo, compartió con su ex marido desde bailes hasta croquetas que el torero portaba en un 'tupper'. Además, los cánticos que acompañaron a los pasos de baile decían: «Devuélvele a Francisco las llaves de La Pizana», unas palabras que levantaron las risas de los presentes, ya que La Pizana es la Finca que la duquesa les regaló por su matrimonio.

Aunque Francisco se ha empeñado en afirmar que se trata de una relación «de padres separados», lo cierto es que la duquesa de Alba ya ha calificado el reencuentro de «estupendo».

Pero parece que las hormonas en la Casa de Alba están revolucionadas, porque Eugenia no fue la única que protagonizó un sorpendente encuentro. Su que su hermano Cayetano Martínez de Irujo y la madre de sus hijos decidieron verse también esta semana. Los que fueran pareja pasearon cogidos del hombro y charlando animadamente.

Se conocía que la relación de ambos era buena pero nunca se había dejado ver en actitud cariñosa tras su ruptura. Genoveva que ultimamente se ha mostrado muy preocupada por los problemas de salud de su madre parece haber encontrado en el conde de Salvatierra al apoyo perfecto.

Tanto es así que el jinete logró arrancarle una sonrisa cuando al bajarse ella del coche, sacó la cabeza por la ventanilla y le dijo algo a modo de piropo.