Xisca Martorell, vecina de Inca, trabaja en una residencia de ancianos. | Julián Aguirre

Elegida oficialmente la mujer más guapa del archipiélago balear, Xisca Martorell Miss Baleares 2010 desprende elegancia, sencillez y una belleza especial. La joven, a sus 22 años de edad, está diplomada en Enfermería por la universidad de Barcelona y quiere especializarse como comadrona.

-Pero si en Miss España 2011 salieras elegida dejarías el mundo de la enfermería, ¿no?
-No. A mí me gustaría poder combinar mi gran pasión, que es la enfermería, con el mundo de la moda. Mi madre es enfermera y quizás por esa parte me viene la vocación profesional.

-Candidata número 13. ¿Supersticiosa?
-Todo lo contrario. Me trae suerte. Es más, nací un martes y 13 de diciembre. En la residencia de ancianos donde trabajo me hicieron contrato el pasado 13 de julio y encima en Miss Baleares fui la candidata número 13.

-¿Cómo empezaste en la moda?
-En el año 2006 me propusieron colaborar en un desfile benéfico a favor de niños enfermos de cáncer y desde entonces no he parado. Lo cierto que de pequeña, en las celebraciones familiares de Navidad siempre me decían que desfilara.

-Eres de Inca, ¿cómo ves tu ciudad?
-Es una ciudad con mucho futuro para la gente joven. De hecho son los jóvenes quienes últimamente se están moviendo hay más verbenas y eventos para nosotros. La ciudad está bonita.

-¿Qué preocupaciones tienen los jóvenes de tu generación?
-A esta edad no son muchos. Pero particularmente sí me doy cuenta de los problemas económicos de muchas familias, las responsabilidades que da un hogar, el trabajo, etc.

-Me han comentado que no se te da mal la cocina, ¿es cierto?
-Bueno, mi madre y mi abuela me enseñan las recetas de algunos platos como las habichuelas con arroz, macarrones, pasteles. No se me da mal.

-Y, tras el concurso, ¿algún premio?
-Me voy de crucero por el mediterráneo con mi novio.