Fotografía de archivo del 24 de mayo de 2005 que muestra al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi (i), junto a su esposa, Veronica Lario, en Roma (Italia). | Efe

El acuerdo de divorció al que habían llegado el pasado mayo el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y segunda esposa, Verónica Lario, se ha roto y ahora se hace más difícil la posibilidad de alcanzar una separación consensuada, según informa hoy el diario «Corriere della Sera».

Según el rotativo, el juez ha rebajado los 300.000 euros al mes que Lario recibiría como pensión compensatoria por el divorcio de Berlusconi, cuya separación anunció ella de modo unilateral tras conocer que su marido había acudido al 18 cumpleaños de Noemí Letizia.

Asimismo, el juez tampoco habría concedido el usufructo vitalicio de Villa Belvedere, la mansión de la localidad lombarda de Macherio (norte de Italia) en la que Lario ha vivido hasta ahora con los tres hijos que tuvo durante los 19 años de matrimonio con Berlusconi.

Ante la decisión del juez, la ex actriz ha presentado un recurso por lo que se complica la posibilidad de que la ex pareja llegue finalmente a un divorcio consensuado, añade el periódico milanés.

El pasado 10 de mayo, este mismo rotativo informaba de que Berlusconi y Lario habían llegado a un acuerdo por el que la ex actriz rebajaba sus pretensiones de 3,5 millones de euros al mes (unos 42 millones de euros al año) a 300.000 euros mensuales.

Mientras que Miriam Raffaella Bartolini, a la que todos conocen por su nombre artístico de Verónica Lario, no cedía sobre la mansión de Macheiro, que finalmente le fue concedida.

El «Corriere della Sera» añade que tampoco está resuelta la división del coloso empresarial de la familia, Fininvest, ya que Lario quiere mayor tutela para sus tres hijos, Eleonorora, Luigi y Barbara.

Lario pretende que reciban el mismo trato que los otros dos hijos, Marina y PierSilvio, que tuvo Berlusconi en su primer matrimonio con Carla dall'Oglio.

Los cinco herederos disponen del 7,5 por ciento del grupo, pero Marina preside la editorial Mondadori y Piersilvio es vicepresidente de Mediaset.