La Familia Real británica, al completo, en uno de los balcones del Palacio de Buckingham. | Reuters

El Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la reina Isabel de Inglaterra, se gastó 100.000 libras (unos 117.000 euros) de dinero público para limpiar candelabros, en el marco de un plan de renovación de las dependencias reales.

Según informó hoy el diario «Daily Mail», el trabajo formó parte de un programa por un valor total de 1,5 millones de libras (1,76 millones de euros al cambio actual) para mejorar el estado de varias residencias de la reina durante los años 2004 y 2005.

El diario publica varios documentos que indican también que una sala de recepciones del palacio de Buckingham fue restaurada por valor de 808.000 libras (950.000 euros) y que una sala privada de cine fue renovada por 458.000 libras (538.000 euros) para transformarse en una habitación dedicada a eventos oficiales.

Los gastos tuvieron que ver también con la compra por 14.000 libras (16.400 euros) de un nuevo equipo para regular la temperatura de la bodega de vino de la residencia oficial de la reina.

Los fondos se obtuvieron de la partida presupuestaria del Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes.

Una portavoz del palacio real citada por la agencia local de noticias PA manifestó que los trabajos se hicieron para mantener en buen estado la residencia real, que se utiliza para actos oficiales.

«Estamos hablando de la sede de la jefa del Estado y todo tiene que ofrecer un nivel de mantenimiento mínimo para ser preservado. Todo lo que se hizo fue auditado», aseguró el portavoz.

Esta información se conoce días después de que trascendiera que la oficina de Isabel II solicitó hace seis años una subvención estatal para pagar los gastos de electricidad y gas de sus palacios, una ayuda oficial que fue denegada por el Gobierno británico ya que el subsidio está pensado para beneficiar a gente sin recursos.

Un funcionario de la Casa Real escribió en 2004 al Ministerio de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes para preguntar si la soberana podía beneficiarse del llamado fondo de ahorro de energía, estimado en 60 millones de libras (unos 68 millones de euros).

El funcionario se quejaba de que los gastos de energía habían aumentado considerablemente en 2004 y de que la situación era «insostenible» por lo «inadecuado» de la ayuda del Gobierno para mantener las residencias reales, unos 15 millones de libras (17,6 millones de euros al cambio actual).

La solicitud -destinada al Palacio de Buckingham y al castillo de Windsor- fue rechazada en agosto de 2004.

En un correo electrónico enviado al Palacio de Buckingham, el Gobierno explicó al funcionario real que la ayuda estatal está destinada a escuelas, ayuntamientos o asociaciones de viviendas para sus respectivos programas energéticos, cuyos últimos beneficiarios son los sectores con los ingresos más bajos.

El citado ministerio también expresó la preocupación de que el Palacio de Buckingham pudiera recibir comentarios adversos por parte de la prensa si se beneficiaba de la subvención.

Graham Smith, de la plataforma anti-monárquica Republic, manifestó hoy que realizar trabajos como la limpieza de candelabros «tiene poco sentido, cuando estaban rogando dinero para reparaciones básicas», y pidió mayor transparencia sobre los gastos reales.