Kyril de Bulgaria y sus hijos están en Mallorca. En esta ocasión, el ex de Rosario Nadal no se ha traído a su novia, o si se la ha traído no la hemos visto, aunque pensamos que es más lo primero, sobre todo no viéndola en el jeep, camino de la playa -en dos días diferentes-, viéndole hablar largamente a través de su móvil, tumbado en la playa.
Kyril, como ya hemos dicho en otras ocasiones, ejerce muy bien el papel de padre. Es más, diríamos que disfruta ejerciendo como tal, pues está casi todo el tiempo con sus hijos, pendiente de ellos, o jugando con ellos, o planeando con la tabla sobre el mar con ellos, o si no, adiestrando a Tassilo en su manejo y dominio, que viendo cómo la utiliza ahora, o cómo espera la ola y cómo se sube a ella una vez que esta la impulsa, no hay duda de que ha progresado mucho respecto al año pasado, que es cuando se inició en este deporte bajo la atenta mirada del padre.
En esa ocasión, el príncipe de Preslav no hizo tabla, sino que se limitó a dar paseos, a leer, a charlar con sus hijos Tassilo y Olimpia y seguramente con su novia, vía móvil, y a hacer fotos con un equipo que, visto en la distancia, parece bastante bueno. La novia es Cristina Tuñón, licenciada en Administración y Gestión de Empresas y máster en Gestión de Carteras. Por lo demás, al menos hasta ayer, sin noticias de su ex, Rosario Nadal, siempre muy bien recibida por parte de los periodistas que cubren el verano real, este año más bien cortito, pero que hasta la fecha no hemos visto.