La duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, dos días antes de casarse con Alfonso Díez. | Efe - Jose Manuel Vidal

No ha pasado ni una semana de su boda y ya sale a la luz que la aristócrata más querida y admirada de todos los tiempos narra por primera vez toda su historia. Con sinceridad, pasión y sentido del humor, la Duquesa repasa sus recuerdos en esta extraordinaria autobiografía: Yo, Cayetana.

Desde su infancia de niña huérfana hasta su espléndido momento actual, no deja nada por contar. En la revista `Hola! han publicado que la Duquesa de Alba siempre supo que ella y Alfonso Díez terminarían en el altar puesto que siempre han estado «predestinados».

«Al principio de nuestro noviazgo se insinuó que yo estaba trastornada. Puede que estuviera trastornada, pero de amor», confiesa Cayetana quien siempre ha tenido muy claro que acabaría casándose con el funcionario: «Yo sabía que Alfonso y yo terminaríamos en el altar. Así se lo he pedido al Cristo de los Gitanos».

Además, la Duquesa guarda un hueco para recordar su infancia como una etapa muy dura y, de alguna manera, sabe que ella no siempre se portó bien con sus hijos: «Yo sé que mis hijos me han reprochado que no les dedicara mucho tiempo y en ocasiones me han hecho sentir fatal... Pero los quiero con toda mi alma».

CAYETANO Y EUGENIA, SUS PREFERIDOS

De todos ellos, reconoce sin tapujos, que Cayetano y Eugenia son sus preferidos. Ella, por ser la única niña; y él, por ser el que más corazón tiene. Doña Cayetana también dice que no está dispuesta a que le roben el tiempo que le queda asegurando que ha vivido y también ha dejado vivir a los demás.

«Pienso seguir viviendo aunque sea para ver la cara de susto cuando les digo: Os pienso enterrar a todos. Me divierte mucho esa expresión», confiesa. Finalmente, la Duquesa de Alba asegura que «se han escrito tantas cosas de mí... y sin embargo, se sabe tan poco. Solo se han enterado de lo que me ha dado la gana».

Pero ahora, ha decidido contarlo todo. Sus confesiones más íntimas saldrán a la venta el próximo 11 de octubre.