Raúl pasó una jornada junto a sus hijos, que tomaron clases de windsurf en la bahía de Fornells.

El futbolista madrileño Raúl González Blanco, un habitual de los veranos menorquines, está pasando unos días en la Isla junto a su mujer, Mamen Sanz, y sus hijos antes de iniciar una nueva aventura profesional tras su reciente fichaje por el equipo Al Sadd de Qatar. Tras su exitoso paso por el Shalke 04 alemán, el futbolista que se ha convertido en símbolo del Real Madrid pasó un día en Fornells con su familia. Un paseo, una comida y las clases de windsurf de sus hijos mayores completaron una jornada de reposo para el que fuera goleador de la selección española.