La ofrenda floral a la Mare de Déu de la Salut, patrona de la ciudad de Palma, reunió de nuevo a cientos de mallorquines para presenciar el tradicional desfile, que reunió a más de un millar de participantes. | Teresa Ayuga

La ofrenda floral a la Mare de Déu de la Salut, patrona de la ciudad de Palma, reunió de nuevo a cientos de mallorquines para presenciar el tradicional desfile, que reunió a más de un millar de participantes.

Este acto, integrado en el programa de fiestas patronales, estuvo organizado por la Federación de Asociaciones ciudadanas Fepae, en colaboración con varias asociaciones de vecinos.

Poco antes de las siete de la tarde se concentraron en la plaza obispo Berenguer de Palou y a las siete iniciaron su recorrido hasta la iglesia de Sant Miquel por la calle Oms y Sant Miquel.

Abrió la comitiva la colla de xeremiers de Son Roca, a los que siguieron asociaciones de vecinos del Molinar, es Fortí, Personas Mayores de Telefónica, la Paloma, y Plaça de Toros, vistiendo los miembros de algunas de ellas el traje típico mallorquín.

Se sumaron a la ofrenda varias cofradías de penitentes que portaron sus estandartes y sus miembros ramos de flores y cestas de frutas. Entre estas estuvieron la de Jesús del Buen Perdón,  Cristo de los Navegantes con su banda; la de la Salut, que aportó la suya, y la de la Agonía, que cerró  el desfile.

Las casas regionales del Centro Aragonés, Centro Galego, Casa Regional de Castilla y León, y Casa Regional de Valencia, añadieron vistosidad y colorido  luciendo vistosos trajes.

Otras asociaciones, como la de las socias de Aguedas de Mallorca, también aportaron sus ramos; el gremio de Bugaders y Tintorers  ofreció un gran ramo muy bien elaborado y la Real Hermandad del Rocío participó también junto a su presidente, Manuel Sañudo, con el Simpecado seguido de un gran número de hermanos. Por parte del Ajuntament de Palma  participó en el desfile el concejal Joan Pau Reus, acompañado de la presidenta de Fepae, Soledad Sarabia, quienes ofrecieron sus flores.

En el templo fueron recibidos por el rector, Antoni Gómez, y el deán de la Seu, Joan Bauzá. Los frutos recogidos se repartirán entre los enfermos y asociaciones benéficas.