La casona de Can Marroig en la finca pública del mismo nombre parece ser un proyecto permanentemente gafado pese al millón de euros que ha costado rehabilitar la antigua vivienda. En la actualidad la casa principal está remodelada y vacía, pero se deteriora por falta de uso y mantenimiento y además ha sido objeto de actos vandálicos. Los desperfectos en uno y otro sentido son evidentes, la reja de acceso al patio interior está totalmente oxidada y el óxido ha teñido las baldosas y adyacentes y la reja que protegeel conducto de evacuación de aguas pluviales.
Pero además, en uno de los laterales de dicho patio, en un pasillo que debe conectar con la zona dedicada a investigación, la falta de uso y mantenimiento, el abandono en definitiva, ha propiciado que multitud de aves se hayan instalado provisionalmente en dicho lugar y las vigas verticales de madera y el suelo situado alrededor de ellas es un cúmulo de deposiciones que siendo en muchos casos de gaviotas, son sumamente corrosivas.
Pero si el abandono causa estragos con el tiempo, peor es el vandalismo, la conducta asocial de algunos que no encuentran mejor divertimento que romper lo ajeno. En los últimos meses se han producido diversos actos de gamberrismos como la pintada de la mitad de la puerta principal, se ha forzado la ventana situada al lado de la misma para acceder al interior y faltan travesaños de madera que protegen las ventanas superiores que dan a la parte sudoeste de la finca. La consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, reconoció que se había enterado de los problemas de la casona por las preguntas al respecto efectuadas por este rotativo.

Limitados
Por su parte Paula Goberna, responsable del Parque Natural de ses Salines de Eivissa y Formentera, confesó que «es cierto que se han producido actos vandálicos en la finca» aunque tras mostrarse muy lacónica respecto a los posibles destrozos en el interior de la casa aseguró que «nos acercamos poco a la casa porque por el momento las obras de remodelación no han sido recepcionadas por la conselleria de Medi Ambient y por tanto nuestra responsabilidad y nuestra capacidad de actuación está muy limitada por el momento».