El famoso 'capo' de la mafia neoyorkina en los años 30, Al Capone. | Efe

La lujosa residencia de la localidad estadounidense de Miami Beach en la que vivió el famoso gángster Al Capone, y donde murió en 1947, a los 48 años, se ha puesto de nuevo a la venta por 8,45 millones de dólares (6,1 millones de euros).

La mansión, de 2.790 metros cuadrados, edificada en 1922 en la isla de Palm Beach, en la bahía de Biscayne, en el sureste de EEUU, ha sido puesta a la venta por una compañía estadounidense que pagó por ella hace seis meses 7,4 millones de dólares.

Según dice hoy la web inmobiliaria Sotheby's International Realty, que no explica que perteneció a Al Capone, la lujosa «casa de dos pisos y fachada de línea española y clásica dispone de residencia para invitados, playa privada con vistas a la bahía, siete cuartos y cinco baños».

La mansión cuenta además con hermosas palmeras, un exhuberante entorno y un embarcadero privado de más de treinta metros de largo, es una de las más antiguas de Miami Beach y perteneció originalmente de Clarence Busch, de la familia Anhueser-Busch, que en su día controló la mayor compañía cervecera del mundo.

En 1928, Busch vendió la residencia al gángster por 40.000 dólares, poco antes de que éste fuera detenido por las autoridades estadounidenses, que sólo pudieron acusarle de evasión de impuestos, y enviado a la prisión de Alcatraz.

Al Capone, conocido también por el apodo de «Cara cortada», falleció en esta residencia en 1947, poco después de ser puesto en libertad.

Rodeada por jardines con plantas tropicales frente al mar, la mansión cuenta también con una piscina de 18 metros de largo y 9 de ancho y está considerada una de la más grandes de la isla.

El arquitecto y promotor inmobiliario venezolano Luis Pons restauró la propiedad para darle de nuevo su antiguo «esplendor», manteniendo los accesorios originales de la casa.

El mafioso de Chicago amasó una fortuna con el juego clandestino y el tráfico ilegal de licor en la época en que imperaba la «Ley Seca» en Estados Unidos.

En Florida se celebró un juicio por perjurio contra él en un tribunal de Miami en julio de 1930, tras ser detenido mediante el llamado «Plan Chicago» ideado por las autoridades locales, que querían sacarlo del estado.

El mafioso, que estuvo en la lista de los delincuentes más buscados de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), fue absuelto después de tres días de juicio.

Después, Al Capone fue acusado de perjurio en un tribunal de Chicago por acusaciones de evasión de impuestos y se le declaró culpable, lo que le supuso una pena de once años de cárcel, que cumplió en la isla de Alcatraz, en la bahía de San Francisco, en el sur este de Estados Unidos.