De izquierda a derecha: Camilla, duquesa de Cornwall, Charles, príncipe de Gales; Catherine, duquesa de Cambridge sosteniendo a la princesa Charlotte; el príncipe George; el príncipe William, duque de Cambriedge; el prícipe Harry de Gales; la reina Isabel II y el príncipe Philip, duque de Edinburgo. | Reuters

La reina Isabel II de Inglaterra celebró este sábado su noventa cumpleaños con un baño de multitudes en el centro de Londres, donde asistió junto con su esposo, el duque de Edimburgo, y el resto de la familia real británica a un desfile militar y una exhibición de la Real Fuerza Aérea británica (RAF).

La ceremonia militar, conocida como «Trooping the Colour», uno de los actos tradicionales más fastuosos de la monarquía británica, forma parte de la serie de celebraciones por el aniversario de la soberana, que comenzaron ayer, viernes, con una misa en la catedral de San Pablo de Londres y se prolongarán hasta mañana, domingo.

Isabel II cumplió 90 años el 21 de abril pero, como es habitual, ha pospuesto los festejos públicos hasta junio para aumentar las posibilidades de que el buen tiempo acompañe durante la jornada y facilite así que miles de británicos salgan a la calle para conmemorar la ocasión.

No es la única medida para reforzar los vínculos entre la monarca y sus súbditos: Los «pubs» en Inglaterra y Gales podrán abrir esta noche durante dos horas más de lo habitual, de forma excepcional, para que los brindis por los noventa años de Isabel II lleguen hasta la madrugada.

La británica es la reina más longeva del mundo y el segundo jefe de Estado que más tiempo lleva en el cargo -64 años- tras el rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia, que el jueves cumplió 70 años en el trono.

Los festejos en Londres comenzaron hoy poco antes de las 10.00 GMT, cuando Isabel II y el duque de Edimburgo recorrieron en una carroza los cerca de 200 metros que separan el palacio de Buckingham de la explanada de desfiles House Guards Parade, un recorrido a través de la avenida The Mall que estuvo atestado con miles de personas que esperaban el paso de la monarca para saludarla.

Ataviada con un abrigo verde lima y a los sones de una marcha militar interpretada por la banda de la Guardia Real, Isabel II pasó revista desde su carroza a los más de 1.600 soldados, 300 a caballo, de dicha unidad, vestidos con uniforme de gala, una ceremonia a la que asistió desde un lugar de honor entre el público el primer ministro británico, David Cameron.

Un portavoz de la reina reveló que su abrigo de «vibrante» color, que provocó numerosos comentarios en las redes sociales, es un diseño de Stewart Parvin, mientras que el sombrero a juego está firmado por Rachel Trevor.

La soberana asistió a una exhibición de marchas y desfiles militares en la que estuvieron presentes, montados a caballo, su hijo, el príncipe Carlos, coronel de la Guardia Galesa, y su nieto el príncipe Guillermo, coronel de la Guardia Irlandesa.

El «Trooping the Colour» se remonta al siglo XVII, cuando los regimientos del ejército británico desfilaban con sus banderas de diversos colores.

En 1748, durante reinado de Jorge II, se estipuló de forma puntual que la ocasión serviría para remarcar el aniversario del monarca, y a partir de 1760, con el ascenso al trono de Jorge III, se oficializó como una celebración anual.

Tras los desfiles, Isabel II y el resto de la familia real volvió a recorrer el Mall hasta el palacio de Buckingham, desde cuyo balcón principal contemplaron una exhibición aérea, en la que tomaron parte algunos aparatos de la II Guerra Mundial (1939-1945).

La RAF desplegó 29 aeronaves, entre ellas viejos cazas Spitfire y Hurricane, junto a modernos aviones de combate como el Eurofighter Thyphoon.

También durante esta mañana, los londinenses pudieron asistir al desfile fluvial por el Támesis de una flotilla liderada por el Gloriana, la suntuosa embarcación de madera que fue fabricada para la celebración de los 60 años de la soberana en el trono, en 2012.